martes, 27 de abril de 2010

Cosas que no deberían pasar

No es para reirse, me pasó el otro día, Y es un drama de los gordos:

Acabé de trabajar y me fuí a la taquilla a cambiarme el uniforme y ponerme el bañador para ir a la piscina. Ya iba tarde así que me cambié a toda leche, sacándome la ropa aturulladamente y de mala manera, ale, todo a la vez, el pantalón con las bragas, las 2 camisetas juntas, de manera muy revuelta. Lo metí todo en la taquilla y me fuí. Al día siguiente me puse de nuevo el uniforme y a trabajar. Estaba en mi puesto de faena tan ricamente cuando veo aparecer a mi jefe con unas bragas en la mano, MIS bragas. COMO DEMONIOS ES POSIBLE. Dijo que se las había encontrado en frente de su despacho y que no entendía nada. JODER, NI YO. Por suuesto no dije ni mu, me hice la longuis total y seguí a lo mío...

... La cosa es que al quitarme el pantalón del uniforme y las bragas tan deprisa, éstas quedaron dentro del pantalón, y al ponérmelo de nuevo, no me di cuenta que seguían dentro y al andar se fueron resbalando resbalando hasta que se cayeron al suelo. LO JURO. Me quedé sin esas bragas. Y eran de las buenas, nada tipo algodón del Oisho, no. Eran caras. Ya me jodió.

Pero por si os parece poco, después fuí al baño, medio dormida porque era temprano, y al ir a limpiarme después de mear, no me digas cómo pero se me quedó el papel higiénico entre la cintura y el pantalón... Vale, que no cunda el pánico, el papel había quedado medio prendido, y se cayó sólo por el pasillo, PERO EXACTAMENTE EN EL MISMO SITIO DONDE MI JEFE HABÍA ENCONTRADO UN RATO ANTES MIS BRAGAS. Que si, que va en serio. De nuevo me hice la que no sabía nada. Y mi jefe que se pensaba que alguien estaba de jijijajá con él.

...Y claro, como no hay dos sin tres, acabé de rematar el día: Una compañera jovencita que no utiliza tampones quería comprobar la manera de absorción de las diferentes marcas, así que nos fuimos al baño con uno de cada para meterlos debajo del grifo y que viera como iba el tema. Ok. Salimos del baño... Olvidando tirar al wc los malditos tampones y dejándolos en el lavabo... Con el grifo abierto... Un par hicieron tope y atascaron el desagüe, mientras otro se quedaba flotando en el agua que iba llenando y llenando la pila, hasta que desbordó y empezó a salirse y venga, todo el suelo lleno de agua dirección al despacho de mi jefe, que quedaba al lado... Sí. Justo apareció y se encontró un charco con el tampón tan contento flotando en el agua. Y sí, en el mismo sitio donde había encontrado antes las bragas y el papel higiénico. ¿Qué pasó? Que cogió las bragas, el papel higiénico y el tampón y lo puso todo en la mesa de su compañero jefe, que era un cachondo, y daba por sentado que todo había sido una broma suya. Al compañero jefe le habían ascendido aquella misma mañana. Nunca había tragado a mi jefe. Aprovechó aquello para despedirle.

Como comprenderéis, no me siento muy bien conmigo misma en éste instante.

Cosas que no deberían pasar

No es para reirse, me pasó el otro día, Y es un drama de los gordos:

Acabé de trabajar y me fuí a la taquilla a cambiarme el uniforme y ponerme el bañador para ir a la piscina. Ya iba tarde así que me cambié a toda leche, sacándome la ropa aturulladamente y de mala manera, ale, todo a la vez, el pantalón con las bragas, las 2 camisetas juntas, de manera muy revuelta. Lo metí todo en la taquilla y me fuí. Al día siguiente me puse de nuevo el uniforme y a trabajar. Estaba en mi puesto de faena tan ricamente cuando veo aparecer a mi jefe con unas bragas en la mano, MIS bragas. COMO DEMONIOS ES POSIBLE. Dijo que se las había encontrado en frente de su despacho y que no entendía nada. JODER, NI YO. Por suuesto no dije ni mu, me hice la longuis total y seguí a lo mío...

... La cosa es que al quitarme el pantalón del uniforme y las bragas tan deprisa, éstas quedaron dentro del pantalón, y al ponérmelo de nuevo, no me di cuenta que seguían dentro y al andar se fueron resbalando resbalando hasta que se cayeron al suelo. LO JURO. Me quedé sin esas bragas. Y eran de las buenas, nada tipo algodón del Oisho, no. Eran caras. Ya me jodió.

Pero por si os parece poco, después fuí al baño, medio dormida porque era temprano, y al ir a limpiarme después de mear, no me digas cómo pero se me quedó el papel higiénico entre la cintura y el pantalón... Vale, que no cunda el pánico, el papel había quedado medio prendido, y se cayó sólo por el pasillo, PERO EXACTAMENTE EN EL MISMO SITIO DONDE MI JEFE HABÍA ENCONTRADO UN RATO ANTES MIS BRAGAS. Que si, que va en serio. De nuevo me hice la que no sabía nada. Y mi jefe que se pensaba que alguien estaba de jijijajá con él.

...Y claro, como no hay dos sin tres, acabé de rematar el día: Una compañera jovencita que no utiliza tampones quería comprobar la manera de absorción de las diferentes marcas, así que nos fuimos al baño con uno de cada para meterlos debajo del grifo y que viera como iba el tema. Ok. Salimos del baño... Olvidando tirar al wc los malditos tampones y dejándolos en el lavabo... Con el grifo abierto... Un par hicieron tope y atascaron el desagüe, mientras otro se quedaba flotando en el agua que iba llenando y llenando la pila, hasta que desbordó y empezó a salirse y venga, todo el suelo lleno de agua dirección al despacho de mi jefe, que quedaba al lado... Sí. Justo apareció y se encontró un charco con el tampón tan contento flotando en el agua. Y sí, en el mismo sitio donde había encontrado antes las bragas y el papel higiénico. ¿Qué pasó? Que cogió las bragas, el papel higiénico y el tampón y lo puso todo en la mesa de su compañero jefe, que era un cachondo, y daba por sentado que todo había sido una broma suya. Al compañero jefe le habían ascendido aquella misma mañana. Nunca había tragado a mi jefe. Aprovechó aquello para despedirle.

Como comprenderéis, no me siento muy bien conmigo misma en éste instante.

lunes, 26 de abril de 2010

Hola, soy bipolar, hoy te odio y mañana te querré follar

Tengo un par de amigos que se conocieron en el grupo de Facebook "Hola, soy bipolar, hoy te odio y mañana te querré follar" . Les va regular tirando a mal. No van sincronizados. Cuando uno la odia la otra se lo quiere trincar y cuando él se la quiere trincar, ella le odia. No van acompasados. No follan nunca. Se sienten frustados. ¿Qué os esperábais, muchachos?

Hola, soy bipolar, hoy te odio y mañana te querré follar

Tengo un par de amigos que se conocieron en el grupo de Facebook "Hola, soy bipolar, hoy te odio y mañana te querré follar" . Les va regular tirando a mal. No van sincronizados. Cuando uno la odia la otra se lo quiere trincar y cuando él se la quiere trincar, ella le odia. No van acompasados. No follan nunca. Se sienten frustados. ¿Qué os esperábais, muchachos?

E.S.O

Ayer en el cine había un display enorme de ésta peli:


Pardiez. Me planté justo enfrente del cartelacazo, mirándolo fijamente, con los brazos cruzados y la patilla de las gafas de sol en la boca, como quien contempla, no se, un Picasso, o algo. Varias cosas vinieron a mi mente: ¿Será un remake de la peli "It", la del payaso grimoso? No, porque sino estaría el payaso propiamente dicho en el cartel, y no un colegio...  Ahhhh, calla... ESO. ESO con puntos entremedias. Siglas. E.S.O. DIOS, ¿Una peli sobre la ESO? ¿De miedo? ¿En serio? No hace falta hacer pelis para saber que la ESO ya da bastante miedito sin adornarla... Pues vaya ful. Las siglas ESO no asustan. Las que asustan de verdad, de verdad de verdad, son B.U.P., coño. Maremía. pelos como escarpias. Puro terror... Ah pero espera, a ver la frase de debajo: "No querrás volver a clase..." Pues ok. VUELVO A INSISTIR: No me hace falta ninguna peli para decirte que ni puta gana de volver al insti, perdón, a la ESO, al instieso, iniesto, iniesta, como lo llamen ahora, lo que sea. Ok. Bueno, así a bote pronto parece una peli sobre un insti en el que pasan cosas rarunas, supongo... Pero... La peli será yanki, ¿no? ¿Cómo será el nombre original de la peli? ¿Cómo se dice ESO en guiri? ¿High school, no? Igual la peli se llama HS, como el champú... O no, no se. En cualquier caso se han medio portado, que ya sabemos como traducen los títulos de las pelis aquí... Podían haberla llamado "Desmadre sobrenatural en el insti con Satán", "A veces veo ecuaciones", "El sexto pitillo de pellas", "Clase de integración (zombil)", "Miedo y asco en el recreo", "El  plinton from hell", o yo que se. Bueno.

"Vamos a ver la peli de ESO" "De eso, ¿qué eso?" "De ESO, la de ESO" "¿Eso cual?" "ESO, la peli" "Que si, la peli, ¿Pero cual?" "ESO" y así bucle infinito (risa floja).

Y por supuesto, amigos, como todos estáis pensando en este momento, también me acordé de eso de eso...
(qué pena no encontrar el vídeo original...)



Y cuando llegué a casa y googleé me enteré de varias cosas: La peli es española. Si. Las siglas E.S.O. significan Entidad Sobrenatural Oculta. Que molón, que fino fino fino.

Voy a ir a verla, está claro.

E.S.O

Ayer en el cine había un display enorme de ésta peli:


Pardiez. Me planté justo enfrente del cartelacazo, mirándolo fijamente, con los brazos cruzados y la patilla de las gafas de sol en la boca, como quien contempla, no se, un Picasso, o algo. Varias cosas vinieron a mi mente: ¿Será un remake de la peli "It", la del payaso grimoso? No, porque sino estaría el payaso propiamente dicho en el cartel, y no un colegio...  Ahhhh, calla... ESO. ESO con puntos entremedias. Siglas. E.S.O. DIOS, ¿Una peli sobre la ESO? ¿De miedo? ¿En serio? No hace falta hacer pelis para saber que la ESO ya da bastante miedito sin adornarla... Pues vaya ful. Las siglas ESO no asustan. Las que asustan de verdad, de verdad de verdad, son B.U.P., coño. Maremía. pelos como escarpias. Puro terror... Ah pero espera, a ver la frase de debajo: "No querrás volver a clase..." Pues ok. VUELVO A INSISTIR: No me hace falta ninguna peli para decirte que ni puta gana de volver al insti, perdón, a la ESO, al instieso, iniesto, iniesta, como lo llamen ahora, lo que sea. Ok. Bueno, así a bote pronto parece una peli sobre un insti en el que pasan cosas rarunas, supongo... Pero... La peli será yanki, ¿no? ¿Cómo será el nombre original de la peli? ¿Cómo se dice ESO en guiri? ¿High school, no? Igual la peli se llama HS, como el champú... O no, no se. En cualquier caso se han medio portado, que ya sabemos como traducen los títulos de las pelis aquí... Podían haberla llamado "Desmadre sobrenatural en el insti con Satán", "A veces veo ecuaciones", "El sexto pitillo de pellas", "Clase de integración (zombil)", "Miedo y asco en el recreo", "El  plinton from hell", o yo que se. Bueno.

"Vamos a ver la peli de ESO" "De eso, ¿qué eso?" "De ESO, la de ESO" "¿Eso cual?" "ESO, la peli" "Que si, la peli, ¿Pero cual?" "ESO" y así bucle infinito (risa floja).

Y por supuesto, amigos, como todos estáis pensando en este momento, también me acordé de eso de eso...
(qué pena no encontrar el vídeo original...)



Y cuando llegué a casa y googleé me enteré de varias cosas: La peli es española. Si. Las siglas E.S.O. significan Entidad Sobrenatural Oculta. Que molón, que fino fino fino.

Voy a ir a verla, está claro.

domingo, 25 de abril de 2010

Lamparón

- "¡Menudo lamparón llevas en la camisa!"
- "Si, me hace juego con los ojos"

Lleva la camisa impecable, pero se ha colgado del cuello un lamparón, uno que tenía colgado del techo del salón su madre, así con cristalitos, dorados, cosas colganderas, típico de madres, ya sabéis, muy muy grande. Tenía las cervicales reventadas. Le gustaba llevar hasta el extremo las cosas literales. Menudo lamparón, pero de verdad, de la buena, nada de sentidos figurados.

Lamparón

- "¡Menudo lamparón llevas en la camisa!"
- "Si, me hace juego con los ojos"

Lleva la camisa impecable, pero se ha colgado del cuello un lamparón, uno que tenía colgado del techo del salón su madre, así con cristalitos, dorados, cosas colganderas, típico de madres, ya sabéis, muy muy grande. Tenía las cervicales reventadas. Le gustaba llevar hasta el extremo las cosas literales. Menudo lamparón, pero de verdad, de la buena, nada de sentidos figurados.

miércoles, 21 de abril de 2010

Jerarquía metril

¿Os habéis dado cuenta que en el Metro también hay jerarquías? Los guais y los pobremuchachos, como en todos lados. Va tal que así, a grandes rasgos:

NIVEL 1.- Los que se sientan en los laterales de los asientos, esto es, lo que por un lado tendrían a una persona y por el otro aire (suelen ser los que entran primero en el vagón apabullando a los demás, a hostia limpia. Son los más odiados, los que van más cómodos, los reyes del mambo, los más molones, las animadoras, los capitanes del equipo de rugby)
Sí, te gustaría encontrarte sólo en el metro con ésta jamona
delante tuyo toda despatarrada, pero eso no-te-va-a-pasar-nun-ca. Jódete


NIVEL 2.- Los que se sientan en el resto de asientos libres (son a los que les gustaría haberse sentado en uno de los laterales pero no han sido lo suficientemente rápidos. Suelen tener cara de decepción e ira contenida, pero coño, al menos van sentados)
Seguro que preferirías estar en el nivel 3


NIVEL 3.- Los que se quedan de pie, pero en la barra que queda más cerca de la puerta (cuando suben al vagón ya saben que no hay sitio, pero se colocan estratégicamente ahí para salir de los primeros cuando les toque hacerlo o para sentarse a la de tres en cuanto un asiento quede libre. Se las saben todas, tú. Son hábiles, tío, son listos)
No te rías, podrías ser tú en verano, mdm


NIVEL 4.- Los que se quedan de pie, agarrados a la barra central del vagón (con la esperanza de alcanzar la barra lateral con la esperanza de sentarse en un asiento libre con la esperanza de después moverse a uno lateral. Suelen ir cogiendo la barra con repelús hasta que encuentran un cacho que esté frío y no muy sobado)
Se la van a meter doblada como no se de cuenta


NIVEL 5. Los que se quedan de pie, donde pueden, pero medio agarrados a alguna barra (se consuelan pensando que podía ser peor, que podrían estar en el escalafón más bajo de la jerarquía, más bufones, más panolis)
El tipo del bombín es un pica


NIVEL 6.- Los que se quedan de pie, sin posibilidad de agarrarse a ningún lado (vamos, los pringaos con cara de resignación. Los que van todo el camino haciendo equilibrio. Los que se te echan encima cada vez que para el metro. Los que NI SUEÑAN con estar en el nivel 1)
Bueno, SI que sueñan. Angelicos


NIVEL 7.- Los que se quedan de pie, sin posibilidad de agarrarse a ningún lado, y encima al lado tienen:
 7.1.- A las tres adolescentes que vienen de la Uni tia y jo tía que megafuerte es todo macha que fuerte es la Macu tia la muy zorra
7.2.- Al tipo bajito con gorra y gafas de sol que se cree que su móvil es un loro y lo lleva a volumen 5.000 para que todo el mundo admire su buen gusto musical
7.3.- A las tres señoras que vienen del baile enjoyadas y pieleadas y taconadas que se quejan de los jóvenes que no les dejan sentarse, menuda juventú hay que ver en mis tiempos esto no pasaba


NIVEL 8.- Los que corren para entrar en el vagón pero no les da tiempo y las puertas se cierran en sus narices (y todos los de dentro se rien de él, es así, es una realidad. Si te ha pasado alguna vez, SI, los de dentro se estarán descojonando de tí)
Hey, HEY, espera, yo vi ésto el otro día, a un tío le cortó en dos las puertas del metro, fue muy gore, con mucha sangre y tripas y casquería... Puaj, un ascazo, y no venía nadie a limpiar, en serio




Y ésta vendría siendo yo un día cualquiera al azar...




Jerarquía metril

¿Os habéis dado cuenta que en el Metro también hay jerarquías? Los guais y los pobremuchachos, como en todos lados. Va tal que así, a grandes rasgos:

NIVEL 1.- Los que se sientan en los laterales de los asientos, esto es, lo que por un lado tendrían a una persona y por el otro aire (suelen ser los que entran primero en el vagón apabullando a los demás, a hostia limpia. Son los más odiados, los que van más cómodos, los reyes del mambo, los más molones, las animadoras, los capitanes del equipo de rugby)
Sí, te gustaría encontrarte sólo en el metro con ésta jamona
delante tuyo toda despatarrada, pero eso no-te-va-a-pasar-nun-ca. Jódete


NIVEL 2.- Los que se sientan en el resto de asientos libres (son a los que les gustaría haberse sentado en uno de los laterales pero no han sido lo suficientemente rápidos. Suelen tener cara de decepción e ira contenida, pero coño, al menos van sentados)
Seguro que preferirías estar en el nivel 3


NIVEL 3.- Los que se quedan de pie, pero en la barra que queda más cerca de la puerta (cuando suben al vagón ya saben que no hay sitio, pero se colocan estratégicamente ahí para salir de los primeros cuando les toque hacerlo o para sentarse a la de tres en cuanto un asiento quede libre. Se las saben todas, tú. Son hábiles, tío, son listos)
No te rías, podrías ser tú en verano, mdm


NIVEL 4.- Los que se quedan de pie, agarrados a la barra central del vagón (con la esperanza de alcanzar la barra lateral con la esperanza de sentarse en un asiento libre con la esperanza de después moverse a uno lateral. Suelen ir cogiendo la barra con repelús hasta que encuentran un cacho que esté frío y no muy sobado)
Se la van a meter doblada como no se de cuenta


NIVEL 5. Los que se quedan de pie, donde pueden, pero medio agarrados a alguna barra (se consuelan pensando que podía ser peor, que podrían estar en el escalafón más bajo de la jerarquía, más bufones, más panolis)
El tipo del bombín es un pica


NIVEL 6.- Los que se quedan de pie, sin posibilidad de agarrarse a ningún lado (vamos, los pringaos con cara de resignación. Los que van todo el camino haciendo equilibrio. Los que se te echan encima cada vez que para el metro. Los que NI SUEÑAN con estar en el nivel 1)
Bueno, SI que sueñan. Angelicos


NIVEL 7.- Los que se quedan de pie, sin posibilidad de agarrarse a ningún lado, y encima al lado tienen:
 7.1.- A las tres adolescentes que vienen de la Uni tia y jo tía que megafuerte es todo macha que fuerte es la Macu tia la muy zorra
7.2.- Al tipo bajito con gorra y gafas de sol que se cree que su móvil es un loro y lo lleva a volumen 5.000 para que todo el mundo admire su buen gusto musical
7.3.- A las tres señoras que vienen del baile enjoyadas y pieleadas y taconadas que se quejan de los jóvenes que no les dejan sentarse, menuda juventú hay que ver en mis tiempos esto no pasaba


NIVEL 8.- Los que corren para entrar en el vagón pero no les da tiempo y las puertas se cierran en sus narices (y todos los de dentro se rien de él, es así, es una realidad. Si te ha pasado alguna vez, SI, los de dentro se estarán descojonando de tí)
Hey, HEY, espera, yo vi ésto el otro día, a un tío le cortó en dos las puertas del metro, fue muy gore, con mucha sangre y tripas y casquería... Puaj, un ascazo, y no venía nadie a limpiar, en serio




Y ésta vendría siendo yo un día cualquiera al azar...




martes, 20 de abril de 2010

Is always de sun

¿Sabes esa sensación de cuando empieza la primavera, el buen tiempo, el calorcito, el sol, que pega lo justo para ser agradable pero no picajoso, que empiezas a ir a los parquecitos a tirarte en la hierba, a empezar a disfrutar del sol después del coñazo del invierno? ¿Mola esa sensación, verdad?

Pues estaba esa chica que odiaba el invierno y el frío, y que por fin se sentía feliz con los primeros rayos primaverales, aunque aún hiciera un poco de fresquete. La gente empezaba a llevar ya gafas de sol, por la claridad y tal, pero esa chica no, y pensaba en cómo podía llevar la gente gafas de sol recién comenzada la primavera... ¿Acaso a la gente no le apetecía levantar la cabeza, girarla hacia el sol como los girasoles (ejem), dejar que incieran los rayos en la cara, disfrutar de aquello? ¿De verdad a la gente le apetecía esconder los ojos tras dos cristales ahumados impidiéndoles la visión plena de aquella luminosidad maravillosa? Bueno, a la chica se la pelaba mucho la gente, peor para ellos. Ella seguía disfrutando siempre que podía de levantar la cara al sol. A veces incluso abría un poquito los ojos y lo miraba directamente, pero no mucho. Se sentía agradecida por estar viva, por el sol, por la primavera, por la madre que los paríó.

Hasta que no le quedó más remedio ya que ponerse las gafas de sol. Pero ojo, para siempre. Ajá, lo habéis adivinado... Tanto levantar la cabeza al sol, tanto mirarlo sin querer queriendo... Al final pasó lo que tenía que pasar, que se le quemaron las retinas. Se le derritieron como 2 helados de bola fuera de la nevera. Grotesco. Le empezó a chorrear retina por la cara, un ascazo, imaginaos la estampa. Ufff, que grimilla.

Is always de sun

¿Sabes esa sensación de cuando empieza la primavera, el buen tiempo, el calorcito, el sol, que pega lo justo para ser agradable pero no picajoso, que empiezas a ir a los parquecitos a tirarte en la hierba, a empezar a disfrutar del sol después del coñazo del invierno? ¿Mola esa sensación, verdad?

Pues estaba esa chica que odiaba el invierno y el frío, y que por fin se sentía feliz con los primeros rayos primaverales, aunque aún hiciera un poco de fresquete. La gente empezaba a llevar ya gafas de sol, por la claridad y tal, pero esa chica no, y pensaba en cómo podía llevar la gente gafas de sol recién comenzada la primavera... ¿Acaso a la gente no le apetecía levantar la cabeza, girarla hacia el sol como los girasoles (ejem), dejar que incieran los rayos en la cara, disfrutar de aquello? ¿De verdad a la gente le apetecía esconder los ojos tras dos cristales ahumados impidiéndoles la visión plena de aquella luminosidad maravillosa? Bueno, a la chica se la pelaba mucho la gente, peor para ellos. Ella seguía disfrutando siempre que podía de levantar la cara al sol. A veces incluso abría un poquito los ojos y lo miraba directamente, pero no mucho. Se sentía agradecida por estar viva, por el sol, por la primavera, por la madre que los paríó.

Hasta que no le quedó más remedio ya que ponerse las gafas de sol. Pero ojo, para siempre. Ajá, lo habéis adivinado... Tanto levantar la cabeza al sol, tanto mirarlo sin querer queriendo... Al final pasó lo que tenía que pasar, que se le quemaron las retinas. Se le derritieron como 2 helados de bola fuera de la nevera. Grotesco. Le empezó a chorrear retina por la cara, un ascazo, imaginaos la estampa. Ufff, que grimilla.

lunes, 19 de abril de 2010

Pajaricos


... Y te sacarán los ojos



... Y tendrás muchos



Qué queréis, si es que lo dejáis a huevo, haberos llamado de otra forma.

Hey, cuidado, pero desde el respeto lo digo, ¿eh? RESPECT.

Pajaricos


... Y te sacarán los ojos



... Y tendrás muchos



Qué queréis, si es que lo dejáis a huevo, haberos llamado de otra forma.

Hey, cuidado, pero desde el respeto lo digo, ¿eh? RESPECT.

domingo, 18 de abril de 2010

Di no al fieltro

Está tu amiga esa, la que fue popi a principios de 2000 y que aún conserva algunos malos vicios como el gusto por el fieltro... Ya sabes, ese tejido infame que se utiliza para hacer broches horribles y manualidades varias, ¿me sigues, no? Ok. Pues tu amiga ésta en cuestión lleva el bolso lleno de mierda hecha con fieltro: El llavero, el monedero, la funda del Ipod, el neceser con las pinturitas, hasta la pitillera. TODO. Todo dentro del bolso de tu amiga tiene el mismo tacto, la misma textura. Metes la mano en el bolso y no puedes distiguir qué leches es cada cosa. Y así le va a tu amiga...

- Nunca te coge el teléfono: Como no distingue la textura de la funda del móvil no le da tiempo a cogerlo
- Broncas de los jefes porque siempre llega tarde: Tarda la vida en coger del bolso las llaves de la taquilla para ponerse el uniforme, porque no atina a encontrarlas dentro del bolso
- Cara descuidada cuando quedas con ella: No le da tiempo a hacerse el típico retoquito antes de ver a alguien porque, bueno, tarda mucho en encontrar el neceser con las cositas
- Siempre pierde buses y metros, porque sencillamente se le van antes de acertar a coger con rapidez la cartera del bolso con el abono transporte
- Siempre hay que invitarla a todo: Cuando quiere sacar la cartera para pagar ya se han ido los colegas del local hace tiempo

Y así suma y sigue.

Mira, TU AMIGA ES IDIOTA, asume tú la responsabilidad y díselo, coño. Le cambiaras la vida. CARTERA DE CUERO, NECESER DE PLÁSTICO, LLAVERO DE METAL, FUNDA DE TELÉFONO DE ESPARTO, yo que sé, pero mira, QUE CAMBIE DE TEXTURAS.

Todos se lo agradeceréis. Ella misma se lo agradecerá, joder.

Di no al fieltro

Está tu amiga esa, la que fue popi a principios de 2000 y que aún conserva algunos malos vicios como el gusto por el fieltro... Ya sabes, ese tejido infame que se utiliza para hacer broches horribles y manualidades varias, ¿me sigues, no? Ok. Pues tu amiga ésta en cuestión lleva el bolso lleno de mierda hecha con fieltro: El llavero, el monedero, la funda del Ipod, el neceser con las pinturitas, hasta la pitillera. TODO. Todo dentro del bolso de tu amiga tiene el mismo tacto, la misma textura. Metes la mano en el bolso y no puedes distiguir qué leches es cada cosa. Y así le va a tu amiga...

- Nunca te coge el teléfono: Como no distingue la textura de la funda del móvil no le da tiempo a cogerlo
- Broncas de los jefes porque siempre llega tarde: Tarda la vida en coger del bolso las llaves de la taquilla para ponerse el uniforme, porque no atina a encontrarlas dentro del bolso
- Cara descuidada cuando quedas con ella: No le da tiempo a hacerse el típico retoquito antes de ver a alguien porque, bueno, tarda mucho en encontrar el neceser con las cositas
- Siempre pierde buses y metros, porque sencillamente se le van antes de acertar a coger con rapidez la cartera del bolso con el abono transporte
- Siempre hay que invitarla a todo: Cuando quiere sacar la cartera para pagar ya se han ido los colegas del local hace tiempo

Y así suma y sigue.

Mira, TU AMIGA ES IDIOTA, asume tú la responsabilidad y díselo, coño. Le cambiaras la vida. CARTERA DE CUERO, NECESER DE PLÁSTICO, LLAVERO DE METAL, FUNDA DE TELÉFONO DE ESPARTO, yo que sé, pero mira, QUE CAMBIE DE TEXTURAS.

Todos se lo agradeceréis. Ella misma se lo agradecerá, joder.

Lunas

Vale, os voy a contar una cosa que me pasó hace algunos años:

Estaba yo tan tranquila en el autobús volviendo del trabajo a casa. Era un día de esos asquerosos, hacía frio y llovía. Yo estaba sentada al lado de la ventana, que estaba completamente empañada, y me puse a hacer dibujines en el cristal, así aleatoriamente, tonterías varias (todos lo hemos hecho). El caso es que se me fue un poco la mano y casi dibujo toda la luna (el cristal del bus, ¿se entiende, no? hasta la luna de verdad no llego, no soy tan alta), así como quien no quiere la cosa. A mi lado había un chico joven, bien parecido, con barba y camisa. El chico se quedó mirando la luna (el cristal) con cara de asombro. Yo le miré un momento de refilón, pero bastante a lo mío, y seguí congelándome el dedo dibujando en la luna (el cristal). De repente el chico me dice que se ha quedado perplejo con lo que he dibujado, que le gusta mucho. Yo le miro con cara de "ajá" y sigo a mi tarea ("y si me ve, que me vea"). El chico, con un acento raro, me dice que no, que lo dice totalmente en serio, que si tengo algo en papel dibujado que pueda enseñarle... Le digo que no, que no dibujo, que no se dibujar, que lo de la luna (el cristal) no significa nada, que son sólo monigotes. El caso es que el muchacho me dice que tiene una galeria de arte en el centro, que suele subirse a los buses, metros y transportes públicos varios para cotillear en libretas de la gente y demás en busca de nuevos talentos. Que si, que lo juro, que me dijo eso. Le volví a mirar con cara de "ajá" y volví a seguir a mi tarea ("y si me ve, que me vea"). El chico me dijo que tenía talento (¿ein?), que podríamos hacer algo juntos (¿perdón?) y me dió su tarjeta. Ok. La cogí (la tarjeta) educadamente, me la metí al bolsillo (la tarjeta... Perdonadme, hace tiempo que no mantengo relaciones, digamos, íntimas, y todo me parecen alusiones sexuales) y me bajé del bus. Pasó una semana. Yo había olvidado por completo al galerista, cuando en la misma ruta, la que yo cogía siempre (la ruuuuuta) iba de nuevo sentada al lado del cristal dibujando mis monigotes y veo que sube el muchacho. Intento esquivar la mirada pero él se volvió a sentar a mi lado... No me has llamado, no quieres ser famosa, yo te puedo dar fama y dinero, eres buena, ¡eres una ARTISTA! No, espera, ¿Cómo? ¿Has dicho DINERO? ¡Haber empezado por ahí, coño! ¡Amigo, mentor, seré tu padawan! Ahora empezaba a hablar claro el galerista de las narices. Pasta. Todo es pasta. Todos nos vendemos por pasta (dinero, ¿se entiende, no?), todos tenemos un precio.

Bueno, parece que el amigo galerista (se llamaba Marcus, era alemán) se convenció por fin que yo no sabía dibujar sobre papel, ni con boli, ni con ceras, ni con rotus, ni siquiera con el Paint. Lo mío eran las lunas (cristales) empañadas y el dedo. El pobre Marcus se quedó desolado, ¿y ahora qué? ¿Qué podíamos hacer? Que desengaño, que disgusto. Estábamos en su casa (ya había confianza), llovía, como siempre, y de nuevo, inconscientemente, me puse a dibujar en el cristal. Y Marcus vió clara la solución. Se levantó y ¡Bam!, bombilla iluminada sobre la cabeza (se acababa de dar contra la lámpara, el pobre). Lo que había que hacer era precisamente eso, dejarme dibujar sobre los cristales y venga, colgarlo sobre las paredes de la galería. Se te va la olla, Marcus. Pero no, no se le iba, o sí: La idea, el concepto era colgar sobre las paredes de la galería cristales enormes con mis dibujos. Imagiraros el percal. Marcus me lo iba explicando como si se lo creyera de verdad, el tio. Montamos unas instalaciones en la que los cristales estén permanentemente empañados, que los dibujos no se borren, que se mantengan, que no escurran. Costará una pasta, pero da igual, porque la gente se va a llevar las instalaciones DE TRES EN TRES. Nos vamos a forrar. DIOS, me iba a forrar, iba a ser rica. Adiós a mi puta rutina. Hola a los yates, los viajes, los tíos en gallumbos, hola a todos los tópicos de los nuevos ricos. Gracias Blas y Cía, gracias lunas gigantes (cristales), gracias trabajo en el centro, gracias hora y media de camino a casa... ¡Gracias a vosotros no volveré a currar nunca más! ¡Soy buena, soy una artista, soy LO MÁS!

Y llegó el día de la exposición. No os imagináis los nervios. Quedó fetén, hicimos 15 instalaciones de lunas (cristales) de bus refrigeradas con un sistema muy currado para que no se fueran los dibujos... Termómetros, temperatura ambiente, antivaho, cuidado no te acerques mucho... Un despliegue, amigos, un despliegue. Y empezó a llegar gente. Todo el mundo high class. Todo el mundo pastoso, todo el mundo muy entendido, con mucha pasión por lo suyo. La hora de la verdad.

No le gustaron mis garabatos a nadie. Ni a una puta persona. La gente no entendía nada, señalaban las lunas (cristales) y se reían. Me miraban a mí con mi vestitido del Blanco y se reían. Marcus estaba compungido, él tampoco entendía nada, él lo había visto claro. La inauguración y la exposición en sí fue un fracaso. No vendimos nada. Marcus había invertido un montón de pasta en el proyecto y le había salido rana (pero rana de verdad, de la humedad de las instalaciones empezaron a salir champiñones y animalicos) y estaba desolado. Tuvo que cerrar la galería. No volví a saber nada de él.

Mirad, yo ya le dije que no sabía dibujar, ¿qué queréis? Pues nada, que volví a mi rutina de siempre, al bus... Eso si, no he vuelto a dibujar en las lunas (cristales) nunca más, no vaya a ser que la liemos.

Lunas

Vale, os voy a contar una cosa que me pasó hace algunos años:

Estaba yo tan tranquila en el autobús volviendo del trabajo a casa. Era un día de esos asquerosos, hacía frio y llovía. Yo estaba sentada al lado de la ventana, que estaba completamente empañada, y me puse a hacer dibujines en el cristal, así aleatoriamente, tonterías varias (todos lo hemos hecho). El caso es que se me fue un poco la mano y casi dibujo toda la luna (el cristal del bus, ¿se entiende, no? hasta la luna de verdad no llego, no soy tan alta), así como quien no quiere la cosa. A mi lado había un chico joven, bien parecido, con barba y camisa. El chico se quedó mirando la luna (el cristal) con cara de asombro. Yo le miré un momento de refilón, pero bastante a lo mío, y seguí congelándome el dedo dibujando en la luna (el cristal). De repente el chico me dice que se ha quedado perplejo con lo que he dibujado, que le gusta mucho. Yo le miro con cara de "ajá" y sigo a mi tarea ("y si me ve, que me vea"). El chico, con un acento raro, me dice que no, que lo dice totalmente en serio, que si tengo algo en papel dibujado que pueda enseñarle... Le digo que no, que no dibujo, que no se dibujar, que lo de la luna (el cristal) no significa nada, que son sólo monigotes. El caso es que el muchacho me dice que tiene una galeria de arte en el centro, que suele subirse a los buses, metros y transportes públicos varios para cotillear en libretas de la gente y demás en busca de nuevos talentos. Que si, que lo juro, que me dijo eso. Le volví a mirar con cara de "ajá" y volví a seguir a mi tarea ("y si me ve, que me vea"). El chico me dijo que tenía talento (¿ein?), que podríamos hacer algo juntos (¿perdón?) y me dió su tarjeta. Ok. La cogí (la tarjeta) educadamente, me la metí al bolsillo (la tarjeta... Perdonadme, hace tiempo que no mantengo relaciones, digamos, íntimas, y todo me parecen alusiones sexuales) y me bajé del bus. Pasó una semana. Yo había olvidado por completo al galerista, cuando en la misma ruta, la que yo cogía siempre (la ruuuuuta) iba de nuevo sentada al lado del cristal dibujando mis monigotes y veo que sube el muchacho. Intento esquivar la mirada pero él se volvió a sentar a mi lado... No me has llamado, no quieres ser famosa, yo te puedo dar fama y dinero, eres buena, ¡eres una ARTISTA! No, espera, ¿Cómo? ¿Has dicho DINERO? ¡Haber empezado por ahí, coño! ¡Amigo, mentor, seré tu padawan! Ahora empezaba a hablar claro el galerista de las narices. Pasta. Todo es pasta. Todos nos vendemos por pasta (dinero, ¿se entiende, no?), todos tenemos un precio.

Bueno, parece que el amigo galerista (se llamaba Marcus, era alemán) se convenció por fin que yo no sabía dibujar sobre papel, ni con boli, ni con ceras, ni con rotus, ni siquiera con el Paint. Lo mío eran las lunas (cristales) empañadas y el dedo. El pobre Marcus se quedó desolado, ¿y ahora qué? ¿Qué podíamos hacer? Que desengaño, que disgusto. Estábamos en su casa (ya había confianza), llovía, como siempre, y de nuevo, inconscientemente, me puse a dibujar en el cristal. Y Marcus vió clara la solución. Se levantó y ¡Bam!, bombilla iluminada sobre la cabeza (se acababa de dar contra la lámpara, el pobre). Lo que había que hacer era precisamente eso, dejarme dibujar sobre los cristales y venga, colgarlo sobre las paredes de la galería. Se te va la olla, Marcus. Pero no, no se le iba, o sí: La idea, el concepto era colgar sobre las paredes de la galería cristales enormes con mis dibujos. Imagiraros el percal. Marcus me lo iba explicando como si se lo creyera de verdad, el tio. Montamos unas instalaciones en la que los cristales estén permanentemente empañados, que los dibujos no se borren, que se mantengan, que no escurran. Costará una pasta, pero da igual, porque la gente se va a llevar las instalaciones DE TRES EN TRES. Nos vamos a forrar. DIOS, me iba a forrar, iba a ser rica. Adiós a mi puta rutina. Hola a los yates, los viajes, los tíos en gallumbos, hola a todos los tópicos de los nuevos ricos. Gracias Blas y Cía, gracias lunas gigantes (cristales), gracias trabajo en el centro, gracias hora y media de camino a casa... ¡Gracias a vosotros no volveré a currar nunca más! ¡Soy buena, soy una artista, soy LO MÁS!

Y llegó el día de la exposición. No os imagináis los nervios. Quedó fetén, hicimos 15 instalaciones de lunas (cristales) de bus refrigeradas con un sistema muy currado para que no se fueran los dibujos... Termómetros, temperatura ambiente, antivaho, cuidado no te acerques mucho... Un despliegue, amigos, un despliegue. Y empezó a llegar gente. Todo el mundo high class. Todo el mundo pastoso, todo el mundo muy entendido, con mucha pasión por lo suyo. La hora de la verdad.

No le gustaron mis garabatos a nadie. Ni a una puta persona. La gente no entendía nada, señalaban las lunas (cristales) y se reían. Me miraban a mí con mi vestitido del Blanco y se reían. Marcus estaba compungido, él tampoco entendía nada, él lo había visto claro. La inauguración y la exposición en sí fue un fracaso. No vendimos nada. Marcus había invertido un montón de pasta en el proyecto y le había salido rana (pero rana de verdad, de la humedad de las instalaciones empezaron a salir champiñones y animalicos) y estaba desolado. Tuvo que cerrar la galería. No volví a saber nada de él.

Mirad, yo ya le dije que no sabía dibujar, ¿qué queréis? Pues nada, que volví a mi rutina de siempre, al bus... Eso si, no he vuelto a dibujar en las lunas (cristales) nunca más, no vaya a ser que la liemos.

jueves, 15 de abril de 2010

Cosas de chicas

Mi amiga Paula estaba dejándose crecer el pelo. Siempre lo había llevado corto y decidió que era hora de cambiar de estilo. Después de mucho esfuerzo consigió llevarlo por encima del hombro, en esa largura chichinabo en la que el pelo ni es corto ni largo. La cosa es que me contaba que esa largura de pelo era un coñazo total, que siempre se pillaba el pelo con el bolso, ya sabes, se colgaba el bolso en el hombro, y el pelo se le quedaba entre el hombro y el bolso, ¿se me entiende, no? Ok. Bueno, que se pillaba el pelo siempre, un montón de veces al día (que si dejas el bolso para tomar un café, que si lo recolocas en el hombro porque va resbalando, que si subes al bus y tienes que coger la cartera, etc), durante un montón de días, durante un montón de meses. La cuestión es que ella, que llevaba la raya al medio, notaba que el lado del pelo que se pillaba con el bolso iba siendo cada vez, digamos, menos frondoso. De los tirones contínuos se le estaba cayendo el pelo de forma bestial. Le dije a Paula que una de dos, o se lo cortaba, o empezaba a utilizar bolsos de mano. El pelo había crecido unos cuantos centímetros y ya no se lo pillaba tanto, pero estaba ese lado considerablemente menos poblado... Cada vez menos poblado... Y llegó un momento en que le quedaban cuatro pelos. Ay pobre. De un lado tenía un melenón increíble, que ya podíamos llamar largo, y del otro lado unos pelicos tristes y abandonados. Menudo percal. En fin, que Paula decidió hacerse la raya al lado, en vez de llevarla al medio, a ver si así cayendo el pelazo sobre los cuatro pelos se disimulaba un poco la cosa... Pero no. Empezó a hacerse la raya cada vez más baja, casi encima de la oreja. Imaginaros el rollo Anasagasti. Era Anasagasti en chica. Se lo decíamos, pero ella nada, a lo suyo. La gente empezó a llamarla Paulasagasta-oelpelo (ojo), y así se quedó.

Cosas de chicas

Mi amiga Paula estaba dejándose crecer el pelo. Siempre lo había llevado corto y decidió que era hora de cambiar de estilo. Después de mucho esfuerzo consigió llevarlo por encima del hombro, en esa largura chichinabo en la que el pelo ni es corto ni largo. La cosa es que me contaba que esa largura de pelo era un coñazo total, que siempre se pillaba el pelo con el bolso, ya sabes, se colgaba el bolso en el hombro, y el pelo se le quedaba entre el hombro y el bolso, ¿se me entiende, no? Ok. Bueno, que se pillaba el pelo siempre, un montón de veces al día (que si dejas el bolso para tomar un café, que si lo recolocas en el hombro porque va resbalando, que si subes al bus y tienes que coger la cartera, etc), durante un montón de días, durante un montón de meses. La cuestión es que ella, que llevaba la raya al medio, notaba que el lado del pelo que se pillaba con el bolso iba siendo cada vez, digamos, menos frondoso. De los tirones contínuos se le estaba cayendo el pelo de forma bestial. Le dije a Paula que una de dos, o se lo cortaba, o empezaba a utilizar bolsos de mano. El pelo había crecido unos cuantos centímetros y ya no se lo pillaba tanto, pero estaba ese lado considerablemente menos poblado... Cada vez menos poblado... Y llegó un momento en que le quedaban cuatro pelos. Ay pobre. De un lado tenía un melenón increíble, que ya podíamos llamar largo, y del otro lado unos pelicos tristes y abandonados. Menudo percal. En fin, que Paula decidió hacerse la raya al lado, en vez de llevarla al medio, a ver si así cayendo el pelazo sobre los cuatro pelos se disimulaba un poco la cosa... Pero no. Empezó a hacerse la raya cada vez más baja, casi encima de la oreja. Imaginaros el rollo Anasagasti. Era Anasagasti en chica. Se lo decíamos, pero ella nada, a lo suyo. La gente empezó a llamarla Paulasagasta-oelpelo (ojo), y así se quedó.

miércoles, 14 de abril de 2010

Descarrilamiento

Ella le miró a él directamente a los ojos y se lo dejó claro cristalino, muy seria: "Mira, yo es que soy mucho de descarrilar, no pienso en el futuro, ni en lo que pueda pasar, si hay que descarrilar, se descarrila". Ella había descarrilado un par de veces antes, no a propósito, o bueno, si, o no, porque a veces sabes que estás predestinado al descarrilamiento pero no te importa, dejas que pase. Ya sabes, la visceralidad, el I drove all night, que es lo que tiene. Él también era de descarrilar, se lo había dicho a ella, pero puede que no fuera un buen momento para él (definitivamente, no lo era), y la verdad es que tampoco lo era para ella, pero, aún así, sabiendo de sobra que él tenía razón, le llamó cobarde, porque ella sentía que no compartía su visión de las cosas, de dejar descarrilar, y eso le dolía... Aunque se lo dijo con la boca pequeña, porque, coño, no pensaba que realmente lo fuera, era la coherencia en persona. Él se sintió mal por un momento... "Ay que disgusto... Ay que disgustazo..." pensó "Ya me he desvelao".

 A la mañana siguiente fueron a desayunar al bar de la esquina. Ella quería un pastel de zanahoria para compartir, que le gustaba mucho, y le recordaba a tiempos en los que era feliz, en los que no descarrilaba, porque no había nada que descarrilar. Todo iba sobre ruedas y no sobre raíles. A él no le gustaba mucho, pero como era más majo que las pesetas aceptó compartirlo con ella, bajo un toldo que les reguardaba de la lluvia. Se quedaron en silencio y cada uno pensó por su lado en cuando ni siquiera se planteaban el descarrile, cuando también compartían chuchillos y torrijas, violetinas y tabaco. Pero también había otro tema, y era la sombra del Ciprés, que seguía siendo muy muy alargada. Estaba claro que iban a descarrilar... ¿No? ¿O no? Jope, igual no, ¡qué mania! Que no, que no y QUE NO, que se podía evitar, ¿O no? No lo sabían... Al fin y al cabo, ¿Qué se podía esperar de ellos? Él era un crossover, y ella una rapsoda.

Se fueron juntos al trabajo. Trabajaban en el mismo sitio y en el mismo turno.

Y pasó lo que tenía que pasar.

Descarrilaron. Y vaya si lo hicieron. Ambos dos eran conductores del tren de cercanías, se les fue el volante y a tomar por culo los vagones. Si. Menuda se lió. Al día siguiente salió en todos los periódicos. Se te va el pie con el acelerador y pasa. Ella solía conducir de noche, toda la noche, y no estaba acostumbrada a conducir por las mañanas. No hubo muchos heridos de gravedad, por suerte. No había mucha gente a esas horas. Ni siquiera ellos salieron muy doloridos, algunos huesos rotos, algunos puntos de sutura, pero en una semana estarían fuera del hospital. Nada demasiado grave (eso esperaban).

Ella, en el hospital, tuvo mucho tiempo para pensar. No tenía ninguna intención de descarrilar más, pero ni con ese tren ni con ninguno otro. No señor. Se mantendría alejada de los trenes. ADIÓS TRENES. Dejaría ese trabajo y se buscaría otro.

Él seguiría con su rutina. Tampoco tenía mucha intención de acercarse a ningún tren en un tiempo. Parecía lo más sensato. Casi no parecía la estridencia que solía figurar, sino la calma.


---


¡Jajajajajaja! ¿Qué os pensábais, que ésta entraba iba sobre una historia de amor? ¿Si? Esa es la sensación que daba, ¿Verdad? Ay, pues no. Es sólo la historia de dos conductores del Cercanías a los que les mola provocar descarrilamientos... Pero por un momento te ha parecido una historia de sentimientos, ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh? ¿A que sí? Claaaaaaro, esa era la idea, pero no. Que no hombre que no, que yo no escribo sobre sentimientos, sólo faltaría, que éste blog es todo de jiji jaja, hombre. Pero, que hilado más fino, ¿eh? ¿Lo habéis notado, lo habéis notado? El rollito I drove all night, y ella, que es conductora nocturna. Bravo. A veces me sorprendo a mi misma, ¿Verdad, verdad? "Todo iba sobre ruedas y no sobre raíles" Claro, porque ella antes era taxista, ¡que hay que explicarlo todo! Que fino fino fino. Y ahora vuelve a releerlo sabiendo que no es una historia de amor. Ya verás que bien.

Jajajajajaja. Jajaja.

Ja.

Descarrilamiento

Ella le miró a él directamente a los ojos y se lo dejó claro cristalino, muy seria: "Mira, yo es que soy mucho de descarrilar, no pienso en el futuro, ni en lo que pueda pasar, si hay que descarrilar, se descarrila". Ella había descarrilado un par de veces antes, no a propósito, o bueno, si, o no, porque a veces sabes que estás predestinado al descarrilamiento pero no te importa, dejas que pase. Ya sabes, la visceralidad, el I drove all night, que es lo que tiene. Él también era de descarrilar, se lo había dicho a ella, pero puede que no fuera un buen momento para él (definitivamente, no lo era), y la verdad es que tampoco lo era para ella, pero, aún así, sabiendo de sobra que él tenía razón, le llamó cobarde, porque ella sentía que no compartía su visión de las cosas, de dejar descarrilar, y eso le dolía... Aunque se lo dijo con la boca pequeña, porque, coño, no pensaba que realmente lo fuera, era la coherencia en persona. Él se sintió mal por un momento... "Ay que disgusto... Ay que disgustazo..." pensó "Ya me he desvelao".

 A la mañana siguiente fueron a desayunar al bar de la esquina. Ella quería un pastel de zanahoria para compartir, que le gustaba mucho, y le recordaba a tiempos en los que era feliz, en los que no descarrilaba, porque no había nada que descarrilar. Todo iba sobre ruedas y no sobre raíles. A él no le gustaba mucho, pero como era más majo que las pesetas aceptó compartirlo con ella, bajo un toldo que les reguardaba de la lluvia. Se quedaron en silencio y cada uno pensó por su lado en cuando ni siquiera se planteaban el descarrile, cuando también compartían chuchillos y torrijas, violetinas y tabaco. Pero también había otro tema, y era la sombra del Ciprés, que seguía siendo muy muy alargada. Estaba claro que iban a descarrilar... ¿No? ¿O no? Jope, igual no, ¡qué mania! Que no, que no y QUE NO, que se podía evitar, ¿O no? No lo sabían... Al fin y al cabo, ¿Qué se podía esperar de ellos? Él era un crossover, y ella una rapsoda.

Se fueron juntos al trabajo. Trabajaban en el mismo sitio y en el mismo turno.

Y pasó lo que tenía que pasar.

Descarrilaron. Y vaya si lo hicieron. Ambos dos eran conductores del tren de cercanías, se les fue el volante y a tomar por culo los vagones. Si. Menuda se lió. Al día siguiente salió en todos los periódicos. Se te va el pie con el acelerador y pasa. Ella solía conducir de noche, toda la noche, y no estaba acostumbrada a conducir por las mañanas. No hubo muchos heridos de gravedad, por suerte. No había mucha gente a esas horas. Ni siquiera ellos salieron muy doloridos, algunos huesos rotos, algunos puntos de sutura, pero en una semana estarían fuera del hospital. Nada demasiado grave (eso esperaban).

Ella, en el hospital, tuvo mucho tiempo para pensar. No tenía ninguna intención de descarrilar más, pero ni con ese tren ni con ninguno otro. No señor. Se mantendría alejada de los trenes. ADIÓS TRENES. Dejaría ese trabajo y se buscaría otro.

Él seguiría con su rutina. Tampoco tenía mucha intención de acercarse a ningún tren en un tiempo. Parecía lo más sensato. Casi no parecía la estridencia que solía figurar, sino la calma.


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¡Jajajajajaja! ¿Qué os pensábais, que ésta entraba iba sobre una historia de amor? ¿Si? Esa es la sensación que daba, ¿Verdad? Ay, pues no. Es sólo la historia de dos conductores del Cercanías a los que les mola provocar descarrilamientos... Pero por un momento te ha parecido una historia de sentimientos, ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh? ¿A que sí? Claaaaaaro, esa era la idea, pero no. Que no hombre que no, que yo no escribo sobre sentimientos, sólo faltaría, que éste blog es todo de jiji jaja, hombre. Pero, que hilado más fino, ¿eh? ¿Lo habéis notado, lo habéis notado? El rollito I drove all night, y ella, que es conductora nocturna. Bravo. A veces me sorprendo a mi misma, ¿Verdad, verdad? "Todo iba sobre ruedas y no sobre raíles" Claro, porque ella antes era taxista, ¡que hay que explicarlo todo! Que fino fino fino. Y ahora vuelve a releerlo sabiendo que no es una historia de amor. Ya verás que bien.

Jajajajajaja. Jajaja.

Ja.

martes, 6 de abril de 2010

Humor idiota, me gusta parecer mongola

Cualquiera que me conozca un mínimo sabe la clase de humor que me gusta... El humor idiota, los juegos de palabras sencillos, el humor estúpido, el chascarillo fácil, la rima tonta. Soy de las que rie siempre que alguien acaba una frase en "cinco", o cuando alguien me dice que es de Logroño o que vive en Torrent de la Olla... Qué queréis, soy simple, soy básica, se me hace reir fácilmente.


Por suerte para mí, encontré a mi alma gemela, humorísticamente hablando, claro... Mi ex-compañero de trabajo Alberto era el jefe del pensamiento rápido y los juegos de palabras. A él le debo lagrimones como puños...

- Se le ha ido la olla... Bueno y la batería de cocina entera...
- No va ni para adelante ni para atrás, se ha encallao... Si, EnCallao, en Ópera y en Castellana si me apuras...
- Sep, tu cliente ese se está quedando super Calvin, sí...
- No doy crédito la verdad... Bueno ni crédito, ni hipotecas ni pensiones
- Me Dolly parto
- Anda si, vete al baño... Y Romina Power


Dios, QUÉ GRANDE. ENORME.

Y no puedo seguir que estoy descoyuntada de la risa. Ays (klínex secándome los ojos y dolor de barriga). Seguiré actualizando cuando se me pase un poco.

(Y no me vengáis con que alguna expresión es más vieja que el mear que me lo paso por el Logroño)

Humor idiota, me gusta parecer mongola

Cualquiera que me conozca un mínimo sabe la clase de humor que me gusta... El humor idiota, los juegos de palabras sencillos, el humor estúpido, el chascarillo fácil, la rima tonta. Soy de las que rie siempre que alguien acaba una frase en "cinco", o cuando alguien me dice que es de Logroño o que vive en Torrent de la Olla... Qué queréis, soy simple, soy básica, se me hace reir fácilmente.


Por suerte para mí, encontré a mi alma gemela, humorísticamente hablando, claro... Mi ex-compañero de trabajo Alberto era el jefe del pensamiento rápido y los juegos de palabras. A él le debo lagrimones como puños...

- Se le ha ido la olla... Bueno y la batería de cocina entera...
- No va ni para adelante ni para atrás, se ha encallao... Si, EnCallao, en Ópera y en Castellana si me apuras...
- Sep, tu cliente ese se está quedando super Calvin, sí...
- No doy crédito la verdad... Bueno ni crédito, ni hipotecas ni pensiones
- Me Dolly parto
- Anda si, vete al baño... Y Romina Power


Dios, QUÉ GRANDE. ENORME.

Y no puedo seguir que estoy descoyuntada de la risa. Ays (klínex secándome los ojos y dolor de barriga). Seguiré actualizando cuando se me pase un poco.

(Y no me vengáis con que alguna expresión es más vieja que el mear que me lo paso por el Logroño)

jueves, 1 de abril de 2010

Suicidio inminente

Todos los días cuando vuelvo de trabajar en el autobús, paso por delante del cartel de una inmobiliaria...


Y todos los días, absolutamente todos los días, me acuerdo de lo mismo...


¿Queréis tener movida? ¡Hace tiempo!
¡Movida PROMOVID-a por el Ayuntamiento!


..Creo que me voy a tirar por una ventana, en serio.

Suicidio inminente

Todos los días cuando vuelvo de trabajar en el autobús, paso por delante del cartel de una inmobiliaria...


Y todos los días, absolutamente todos los días, me acuerdo de lo mismo...


¿Queréis tener movida? ¡Hace tiempo!
¡Movida PROMOVID-a por el Ayuntamiento!


..Creo que me voy a tirar por una ventana, en serio.