domingo, 26 de septiembre de 2010

La carrera más corta de la historia

El pasado viernes 24 de septiembre a la 1.35h de la madrugada (vale, realmente era el sábado 25 entonces) decidí que me quería hacer estandapista. Ojo, no ha sido una decisión así al tuntún en plan capricho, que llevo tiempo pensando en ello. El año pasado por estas fechas conocí a una de las personas más hilarantes, sarcásticas, ácidas y divertidas que me he encontrado en la vida.  En su momento ya hablamos sobre escribir un texto juntos y llevarlo al Club de la Comedia o algo así, pero al final quedó en nada. Una pena. La alianza prometía.

Yo de mayor

Al día siguiente (ayer -bueno, antes de ayer-) el sábado 25 a las 13.40h empecé a darle vueltas a un texto que tenía preparado para subir al blog adaptándolo para monólogo: corto por aquí, añado por allá, un par de chascarrillos fáciles, otros más controvertidos, una pausa por aquí, un poco de complicidad con el supuesto público por allá, y lo tenía casi listo. A las 20h estaba dándole los últimos retoques. Estaba preparado. Debo decir que me parecía lo mejor que había escrito nunca (vale, el listón no estaba tan alto porque tampoco es que escribiendo sea la leche de soja en polvo, pero ya me entendéis). A la mañana siguiente, domingo 26 (esto es, hoy -coño ya, quiero decir, ayer-) hice un esfuerzo por madrugar y me levanté prontito (a las 12.20h) para aprenderme bien bien bien el texto, memorizarlo, buscar el lenguaje corporal adecuado, los silencios, énfasis, muecas y demás cosas que quedaban por pulir. Estuve practicando delante del espejo, intentando vocalizar bien, hablando despacio (los que me conocéis en persona ya sabéis que no se me entiende mucho cuando hablo, así en general, y que no se me entiende absolutamente nada cuando hablo deprisa, así en particular). A las 16.30h ya estaba preparada. Ay que nervios. A las 19h quedé con 6 amigos, 3 chicos y 3 chicas, todos ellos con cosas en común pero muy diferentes en cuanto a edad, aficciones, gustos, profesión, clase social, etc, porque me interesaba ver sus distintas reacciones. Les dije que fueran total y absolutamente sinceros respecto a mi actuación (o ensayo, o rato de jijijajá, como queráis llamarlo), ya que eran mis amigos y necesitaba su opinión franca. Estaba bastante nerviosa, pero venga, al toro. Total, ya me pasaba todo el día diciendo tonterías, esto iba a ser lo mismo pero con guión...

A las 19.30h acabé. No me di mucha cuenta de sus reacciones mientras yo estaba a lo mío, de pura tensión, así que ahora les tocaba decir lo que pensaban al respecto. Me había salido bien. Los ensayos habían ido a buen puerto. Estaba bastante contenta y hubo momentos en los que me reía yo misma de lo que iba diciendo, que realmente era muy divertido, en serio, lo digo de verdad. Vamos, que había triunfado seguro. Que bien. Por fin tantos años de rol payasa del grupo de amigos, de sandeces y tonterías con las que la gente se tronchaba, de palabrería ágil y mordaz, de mente rápida y despierta, iba a dar sus frutos, iba a servir de algo. Empezaría a ganarme la vida haciendo básicamente lo que he hecho siempre gratis. Que subidón y que alegria.

El problema ya os lo imagináis, claro. A a mis amigos no les gustó. A ninguno, que tiene tela de cuadro vichy la cosa. Del 1 al 10, entre todos hicieron una media de -4. No pudieron evitar sonreir por compasión en alguno de los chascarrillos+pausa para reírse, pero como les había dicho que fuesen totalmente sinceros, lo fueron para decirme eso también, que todo era fingido. El texto era banal, el guión flojo, los chascarrillos manidos, fáciles y obvios, los temas controvertidos no lo eran tanto y en general les hacía más gracia Pedro Piqueras echándose la siesta que yo. De hecho, en todos estos años de amistad lo de reirme las gracietas eran más por pena que por otra cosa... En realidad no les habían hecho nunca gracia mis comentarios que yo creía guais e irónicos y rompedores y aprovecharon el momento para quitarse el peso acumulado de tantos años de encima. "Pero te queremos igual". Pues vale. Pues muy bien. Parece que se ha quedado buena tarde.

A la 1.35h de hoy domingo (me rindo, de hoy lunes, que pesadez el am-pm) decidí que mejor me hacía inspectora de patatas fritas. Ese ha sido siempre el verdadero sueño de mi vida.

Yo de mayor

La carrera más corta de la historia

El pasado viernes 24 de septiembre a la 1.35h de la madrugada (vale, realmente era el sábado 25 entonces) decidí que me quería hacer estandapista. Ojo, no ha sido una decisión así al tuntún en plan capricho, que llevo tiempo pensando en ello. El año pasado por estas fechas conocí a una de las personas más hilarantes, sarcásticas, ácidas y divertidas que me he encontrado en la vida.  En su momento ya hablamos sobre escribir un texto juntos y llevarlo al Club de la Comedia o algo así, pero al final quedó en nada. Una pena. La alianza prometía.

Yo de mayor

Al día siguiente (ayer -bueno, antes de ayer-) el sábado 25 a las 13.40h empecé a darle vueltas a un texto que tenía preparado para subir al blog adaptándolo para monólogo: corto por aquí, añado por allá, un par de chascarrillos fáciles, otros más controvertidos, una pausa por aquí, un poco de complicidad con el supuesto público por allá, y lo tenía casi listo. A las 20h estaba dándole los últimos retoques. Estaba preparado. Debo decir que me parecía lo mejor que había escrito nunca (vale, el listón no estaba tan alto porque tampoco es que escribiendo sea la leche de soja en polvo, pero ya me entendéis). A la mañana siguiente, domingo 26 (esto es, hoy -coño ya, quiero decir, ayer-) hice un esfuerzo por madrugar y me levanté prontito (a las 12.20h) para aprenderme bien bien bien el texto, memorizarlo, buscar el lenguaje corporal adecuado, los silencios, énfasis, muecas y demás cosas que quedaban por pulir. Estuve practicando delante del espejo, intentando vocalizar bien, hablando despacio (los que me conocéis en persona ya sabéis que no se me entiende mucho cuando hablo, así en general, y que no se me entiende absolutamente nada cuando hablo deprisa, así en particular). A las 16.30h ya estaba preparada. Ay que nervios. A las 19h quedé con 6 amigos, 3 chicos y 3 chicas, todos ellos con cosas en común pero muy diferentes en cuanto a edad, aficciones, gustos, profesión, clase social, etc, porque me interesaba ver sus distintas reacciones. Les dije que fueran total y absolutamente sinceros respecto a mi actuación (o ensayo, o rato de jijijajá, como queráis llamarlo), ya que eran mis amigos y necesitaba su opinión franca. Estaba bastante nerviosa, pero venga, al toro. Total, ya me pasaba todo el día diciendo tonterías, esto iba a ser lo mismo pero con guión...

A las 19.30h acabé. No me di mucha cuenta de sus reacciones mientras yo estaba a lo mío, de pura tensión, así que ahora les tocaba decir lo que pensaban al respecto. Me había salido bien. Los ensayos habían ido a buen puerto. Estaba bastante contenta y hubo momentos en los que me reía yo misma de lo que iba diciendo, que realmente era muy divertido, en serio, lo digo de verdad. Vamos, que había triunfado seguro. Que bien. Por fin tantos años de rol payasa del grupo de amigos, de sandeces y tonterías con las que la gente se tronchaba, de palabrería ágil y mordaz, de mente rápida y despierta, iba a dar sus frutos, iba a servir de algo. Empezaría a ganarme la vida haciendo básicamente lo que he hecho siempre gratis. Que subidón y que alegria.

El problema ya os lo imagináis, claro. A a mis amigos no les gustó. A ninguno, que tiene tela de cuadro vichy la cosa. Del 1 al 10, entre todos hicieron una media de -4. No pudieron evitar sonreir por compasión en alguno de los chascarrillos+pausa para reírse, pero como les había dicho que fuesen totalmente sinceros, lo fueron para decirme eso también, que todo era fingido. El texto era banal, el guión flojo, los chascarrillos manidos, fáciles y obvios, los temas controvertidos no lo eran tanto y en general les hacía más gracia Pedro Piqueras echándose la siesta que yo. De hecho, en todos estos años de amistad lo de reirme las gracietas eran más por pena que por otra cosa... En realidad no les habían hecho nunca gracia mis comentarios que yo creía guais e irónicos y rompedores y aprovecharon el momento para quitarse el peso acumulado de tantos años de encima. "Pero te queremos igual". Pues vale. Pues muy bien. Parece que se ha quedado buena tarde.

A la 1.35h de hoy domingo (me rindo, de hoy lunes, que pesadez el am-pm) decidí que mejor me hacía inspectora de patatas fritas. Ese ha sido siempre el verdadero sueño de mi vida.

Yo de mayor

sábado, 18 de septiembre de 2010

Feliz aniversario para mí

Este mes ¡Ay, Su!, vuestro humilde blog, cumple un año. Quería daros las gracias a todos los que me leéis, bien seáis esporádicos o habituales, bien me tengáis en favoritos o halláis llegado aquí de casualidad. Agradecida y emocionada y todo lo demás.

Este blog comenzó hablando de generalidades para acabar siendo bastante monotemático... Tonterías, absurdeces, dobles sentidos, jijijajas y chorradas varias, que es lo que me gusta. Hay muchas entradas en la recámara que no se si subiré algún día, también hay muchas que he borrado porque dejaron de gustarme y varias ideas estúpidas que seguiré compartiendo con vosotros, así que permaneced en sintonía. Si me habéis aguantado un año podréis hacerlo otro más. Gracias. Gracias.

Esta fue mi primera entrada de presentación. Bien, pues ahora la primera foto que aparece en Google si pones ¡Ay, Su! es esta otra:

De señor chino a SJP, eso es evolución


Pero lo interesante es que la segunda es esta otra, correspondiente a la entrada "Duramente":

El cartel aparece esporádicamente en el súper de vez en cuando


También daros las gracias a los que me habéis inspirado ideas, a los que directamente me has habéis cedido, a los que me escribís diciéndome "tienes que escribir sobre esto que me pasó el otro día..." ¡Seguid así!


Feliz aniversario para mí

Este mes ¡Ay, Su!, vuestro humilde blog, cumple un año. Quería daros las gracias a todos los que me leéis, bien seáis esporádicos o habituales, bien me tengáis en favoritos o halláis llegado aquí de casualidad. Agradecida y emocionada y todo lo demás.

Este blog comenzó hablando de generalidades para acabar siendo bastante monotemático... Tonterías, absurdeces, dobles sentidos, jijijajas y chorradas varias, que es lo que me gusta. Hay muchas entradas en la recámara que no se si subiré algún día, también hay muchas que he borrado porque dejaron de gustarme y varias ideas estúpidas que seguiré compartiendo con vosotros, así que permaneced en sintonía. Si me habéis aguantado un año podréis hacerlo otro más. Gracias. Gracias.

Esta fue mi primera entrada de presentación. Bien, pues ahora la primera foto que aparece en Google si pones ¡Ay, Su! es esta otra:

De señor chino a SJP, eso es evolución


Pero lo interesante es que la segunda es esta otra, correspondiente a la entrada "Duramente":

El cartel aparece esporádicamente en el súper de vez en cuando


También daros las gracias a los que me habéis inspirado ideas, a los que directamente me has habéis cedido, a los que me escribís diciéndome "tienes que escribir sobre esto que me pasó el otro día..." ¡Seguid así!


domingo, 29 de agosto de 2010

No sin mi hija

John Marshall miraba impaciente su reloj. En unos minutos embarcaría rumbo a París. John, ex-agente de la CIA, repasaba mentalmente su plan de rescate... Habían secuestrado a su hija Rachel, de 19 años, mientras se encontraba de viaje de estudios por Europa. John se había enfrentado a muchas situaciones difíciles durante toda su vida debido a su trabajo, pero nada era comparable con el hecho de perder a su única hija, era algo que no iba a consentir. Había hecho unas cuantas llamadas a compañeros aún en activo y a sus contactos internacionales y tenía una pista sólida, Rachel había sido secuestrada por una banda de albanokosovares que se dedicaba a la trata de blancas. John había logrado dar con el domicilio particular de uno de los cabecillas de la organización, Ilbrahin Kulaj, en un barrio a las afueras de París, e iba dispuesto a repartir hostias como panes a todo aquel que se interpusiera en su camino.

Una vez en París, cogió un taxi y fue directo a la dirección que le habían soplado. Cuando llegó, observó el edificio desde fuera con cautela. El piso de Ilbrahin se encontraba en la sexta planta. Discretamente sacó sus prismáticos y vio si había alguien dentro. El piso parecía vacío, además era su día de suerte, justo el de al lado parecía abandonado, el cual le serviría como una perfecta base de operaciones.

John subió hasta la sexta planta, se cercioró que el piso de Ilbrahin estaba vacío y forzó fácilmente la puerta. Una vez dentro buscó alguna pista sobre el paradero de su hija, pero sin éxito... En esas estaba cuando oyó la puerta. Ilbrahim había vuelto. John salió apresuradamente al balcón y se dispuso a saltar al de al lado, al del piso abandonado, que estaba a metro y medio de distancia. Ya tendría ocasión de estar cara a cara con Ilbrahin Kulaj, ese sapo asqueroso, y se llevaría su merecido... John puso un pie en la barandilla, el otro, tomó impulso... Se resbaló y se precipitó seis pisos al vacío. Se estrelló contra la calle.

Fin de la misión de rescate.

No sin mi hija

John Marshall miraba impaciente su reloj. En unos minutos embarcaría rumbo a París. John, ex-agente de la CIA, repasaba mentalmente su plan de rescate... Habían secuestrado a su hija Rachel, de 19 años, mientras se encontraba de viaje de estudios por Europa. John se había enfrentado a muchas situaciones difíciles durante toda su vida debido a su trabajo, pero nada era comparable con el hecho de perder a su única hija, era algo que no iba a consentir. Había hecho unas cuantas llamadas a compañeros aún en activo y a sus contactos internacionales y tenía una pista sólida, Rachel había sido secuestrada por una banda de albanokosovares que se dedicaba a la trata de blancas. John había logrado dar con el domicilio particular de uno de los cabecillas de la organización, Ilbrahin Kulaj, en un barrio a las afueras de París, e iba dispuesto a repartir hostias como panes a todo aquel que se interpusiera en su camino.

Una vez en París, cogió un taxi y fue directo a la dirección que le habían soplado. Cuando llegó, observó el edificio desde fuera con cautela. El piso de Ilbrahin se encontraba en la sexta planta. Discretamente sacó sus prismáticos y vio si había alguien dentro. El piso parecía vacío, además era su día de suerte, justo el de al lado parecía abandonado, el cual le serviría como una perfecta base de operaciones.

John subió hasta la sexta planta, se cercioró que el piso de Ilbrahin estaba vacío y forzó fácilmente la puerta. Una vez dentro buscó alguna pista sobre el paradero de su hija, pero sin éxito... En esas estaba cuando oyó la puerta. Ilbrahim había vuelto. John salió apresuradamente al balcón y se dispuso a saltar al de al lado, al del piso abandonado, que estaba a metro y medio de distancia. Ya tendría ocasión de estar cara a cara con Ilbrahin Kulaj, ese sapo asqueroso, y se llevaría su merecido... John puso un pie en la barandilla, el otro, tomó impulso... Se resbaló y se precipitó seis pisos al vacío. Se estrelló contra la calle.

Fin de la misión de rescate.

martes, 24 de agosto de 2010

Karaoke customizado

Bien, todos conocéis esta canción:



Según veo, la letra, así a primera vista, habla sobre el deseo carnal mezclado con "el enanito verde de mi cabeza me dice que queme cosas". Ok. Pues os voy a contar algo. El año pasado recuerdo que sin querer metía palabras equivocadas en la letra cuando cantaba la canción. Metía palabras que no eran las correctas. Realmente no es que la canción me gustara especialmente, pero tenía algo de hipnótico, algo bueno y malo a la vez, algo raro que me hacía volver a ella en situaciones muy determinadas... Igual estaba cocinando unos filetes, y me acordaba del estribillo, y se me quemaban. O cuando alguien hablaba de panceta, me la imaginaba toda churruscada. O si me comentaban que qué guai que hemos hecho matanza en el pueblo, no se, me imaginaba al cerdo en llamas. Lo relacionado con comida quemada me recordaba la canción, pero ojo, no con una comida cualquiera, sino con una muy concreta... Vale, se puede entender, me diréis, la letra habla de un incendio, ok, pero aún así, no se, había algo que no me cuadraba... ¿Porqué comida quemada? ¿Porqué un tipo de comida relacionada con cerdo, cosas crudas, grasa? Menuda forma de darle vueltas a las cosas, yo que ya de por sí tengo una personalidad un tanto obsesiva compulsiva.

Lo que quería compartir con vosotros es que hoy, amigos, por fin, POR FIN, he descubierto lo que es, lo que hace que mi subconsciente recuerde la cancioncita de marras de vez en cuando y no de forma aleatoria. Hoy, después de un año uniendo piezas, todo tiene sentido de repente, todo cuadra, tantas visitas al terapeuta han servido de algo, porque por fin encontré la solución. Ya puedo cambiar de tercio. Ya puedo dormir tranquila. Gracias, dios (dios, ¿os acordáis de él? Mi perrito).

Realmente, esto es lo que procesa mi cerebro, esto es lo que entiende que dice la canción:
(aquí puedes poner el vídeo y cantar la canción con la nueva letra bien alto)

Tú SI sabes bien porqué
a pesar del EXTRACTOR mueres de calor
en esta habitación no se puede COCINAR
abres la ventana es mucho peor
hay BACON en el balcón.

Arden, arden LOS CHORIZOS y los PESCADOS
arden LOS RESTOS DE TODO TU ASADO
arden en llamas TODOS LOS PEDAZOS.
Arden, arden FILETES DE SALSA CUBIERTOS
arde MORCILLA AL DARLE MENEO
y las COSTILLAS que TRAJO EL MORENO

Porque esto es el incendio
Esto es UN INFIERNO
EL CHURRASCO EN UN incendio sin control

Aunque eches a correr
incluso lo que GUISAS es A LA BRASA, OH
como la luz del FOGÓN
ya no quieres FREIR MÁS
te gusta ver el humo en cada rincón
y el SOLOMILLO, pecador

Arden, arden LOS CHORIZOS y los PESCADOS
arden LOS RESTOS DE TU ASADO
arden en llamas TODOS LOS PEDAZOS.
Arden, arden FILETES DE SALSA CUBIERTOS
arde MORCILLA AL DARLE MENEO
y las COSTILLAS que TRAJO EL MORENO

Porque esto es el incendio
Esto es UN INFIERNO
EL CHURRASCO EN UN incendio sin control

Porque esto es el incendio
Esto es UN INFIERNO
EL CHURRASCO EN UN incendio sin control


Mi consejo de hoy es: Niños, no intentéis hacer una barbacoa en la cocina de casa. Niños, no intentéis hacer una barbacoa en la terraza de un piso. Gracias.

Karaoke customizado

Bien, todos conocéis esta canción:



Según veo, la letra, así a primera vista, habla sobre el deseo carnal mezclado con "el enanito verde de mi cabeza me dice que queme cosas". Ok. Pues os voy a contar algo. El año pasado recuerdo que sin querer metía palabras equivocadas en la letra cuando cantaba la canción. Metía palabras que no eran las correctas. Realmente no es que la canción me gustara especialmente, pero tenía algo de hipnótico, algo bueno y malo a la vez, algo raro que me hacía volver a ella en situaciones muy determinadas... Igual estaba cocinando unos filetes, y me acordaba del estribillo, y se me quemaban. O cuando alguien hablaba de panceta, me la imaginaba toda churruscada. O si me comentaban que qué guai que hemos hecho matanza en el pueblo, no se, me imaginaba al cerdo en llamas. Lo relacionado con comida quemada me recordaba la canción, pero ojo, no con una comida cualquiera, sino con una muy concreta... Vale, se puede entender, me diréis, la letra habla de un incendio, ok, pero aún así, no se, había algo que no me cuadraba... ¿Porqué comida quemada? ¿Porqué un tipo de comida relacionada con cerdo, cosas crudas, grasa? Menuda forma de darle vueltas a las cosas, yo que ya de por sí tengo una personalidad un tanto obsesiva compulsiva.

Lo que quería compartir con vosotros es que hoy, amigos, por fin, POR FIN, he descubierto lo que es, lo que hace que mi subconsciente recuerde la cancioncita de marras de vez en cuando y no de forma aleatoria. Hoy, después de un año uniendo piezas, todo tiene sentido de repente, todo cuadra, tantas visitas al terapeuta han servido de algo, porque por fin encontré la solución. Ya puedo cambiar de tercio. Ya puedo dormir tranquila. Gracias, dios (dios, ¿os acordáis de él? Mi perrito).

Realmente, esto es lo que procesa mi cerebro, esto es lo que entiende que dice la canción:
(aquí puedes poner el vídeo y cantar la canción con la nueva letra bien alto)

Tú SI sabes bien porqué
a pesar del EXTRACTOR mueres de calor
en esta habitación no se puede COCINAR
abres la ventana es mucho peor
hay BACON en el balcón.

Arden, arden LOS CHORIZOS y los PESCADOS
arden LOS RESTOS DE TODO TU ASADO
arden en llamas TODOS LOS PEDAZOS.
Arden, arden FILETES DE SALSA CUBIERTOS
arde MORCILLA AL DARLE MENEO
y las COSTILLAS que TRAJO EL MORENO

Porque esto es el incendio
Esto es UN INFIERNO
EL CHURRASCO EN UN incendio sin control

Aunque eches a correr
incluso lo que GUISAS es A LA BRASA, OH
como la luz del FOGÓN
ya no quieres FREIR MÁS
te gusta ver el humo en cada rincón
y el SOLOMILLO, pecador

Arden, arden LOS CHORIZOS y los PESCADOS
arden LOS RESTOS DE TU ASADO
arden en llamas TODOS LOS PEDAZOS.
Arden, arden FILETES DE SALSA CUBIERTOS
arde MORCILLA AL DARLE MENEO
y las COSTILLAS que TRAJO EL MORENO

Porque esto es el incendio
Esto es UN INFIERNO
EL CHURRASCO EN UN incendio sin control

Porque esto es el incendio
Esto es UN INFIERNO
EL CHURRASCO EN UN incendio sin control


Mi consejo de hoy es: Niños, no intentéis hacer una barbacoa en la cocina de casa. Niños, no intentéis hacer una barbacoa en la terraza de un piso. Gracias.

martes, 10 de agosto de 2010

Frase hostiable de la semana: Hoy, palabra hostiable de la semana: PERO

De entre todas las palabras del vocabulario castellano, y mira que es amplio, hay una que destaca sobre las demás, que sobresale, que parece andar erguida como diciendo, toda chula, "hey, qué pasa, aquí estoy yo, apartaos de mi camino..." Es una palabra chunga, es una palabra que no trae nada bueno... Es, en definitiva, una palabra hostiable.

...Hoy, con todos vosotros, la palabra hostiable de la semana: PERO

Sí, y no me refiero al marido de la pera, sino al "pero" de toda la vida, a la maldita conjunción adversativa, que lo único que hace es andar a malas con el resto de integrantes de la oración de marras. Da igual lo bien que empieces una frase refiriéndote a algo o a alguien, que todo parezca guai y chachi y molón... Como metas un "pero" de por medio, se fastidió todo.

Veamos algunos ejemplos:

- "Bua tía, Sara es super guapa, simpática, lista... Peeeeeeeero parece que no se ducha muy a menudo" Lo veis, ¿no? ¿lo veis? Da igual lo maja que sea Sara, el caso es que NO se ducha mucho, es así, y da igual todo lo anterior, porque lo único con lo que te vas a quedar es con eso.

- "Este trabajo está muy bien, tengo un buen horario, mi jefe no me da mucho la chapa, salgo pronto... Peeeeeeeeeeeeero no me pagan mucho" Pues coño, espabila, entonces el curro NO está tan bien si te pagan dos duros.

- "Sí, si a mi Paco me cae genial, es un tío de la leche, peeeeeeeero, eso si, no le dejes dinero" Entonces... ¿Qué pasa con Paco? No, en serio, decidme, ¿Qué opináis al respecto? ¿Qué diantres pasa con Paco, qué hacemos con él?  Esto es un sinvivir.

- "La silla no está mal, el color es precioso, peeeeeeero tiene 3 patas sólo" ¿Pero qué leches es ésto, eh, entonces, qué demonios pasa con la silla? Me está empezando a entrar el tic nervioso del ojo, de verdad.


Era divina pero perdió la cabeza 


No, no y no. A mí la palabra "pero" me tiene ofuscada, porque intento evitar usarla, pero claro (<--- hela ahí, la cabrona), hay veces que es inevitable. También podéis pensar que vale, que "pero" es chunga, que tiene otras amigas como "aunque", o "sin embargo" que son iguales, que sirven para lo mismo, y tenéis razón, pero (<--- de nuevo, el dichoso "pero") es que "pero" (ay que lío, que me aturullo) es la peor, es como el "hijo de puta" de las malditas conjunciones, es la más sonora, la que peor cae, la más odiada, la más audaz.

- "'Aunque' es una mierda de palabra, pero 'pero' es mucho peor" Pues eso.

Desde aquí os animo a todos a no utilizar mucho la palabra hostiable de la semana, porque es sinónimo de que no todo marcha bien, de que hay problemas, es la pequeña arruga en tu camisa recién planchada, los cuatro pelos que se te olvidan al depilarte, la uña que se te rompe en tu manicura perfecta, el botón desabrochado de la bragueta, la leche cortada en el café.

Gracias.


(Es justo decir que la idea de esta entrada no es mía... Se la debo a alguien que me la pasó altruistamente para desarrollarla. Es así.)

Frase hostiable de la semana: Hoy, palabra hostiable de la semana: PERO

De entre todas las palabras del vocabulario castellano, y mira que es amplio, hay una que destaca sobre las demás, que sobresale, que parece andar erguida como diciendo, toda chula, "hey, qué pasa, aquí estoy yo, apartaos de mi camino..." Es una palabra chunga, es una palabra que no trae nada bueno... Es, en definitiva, una palabra hostiable.

...Hoy, con todos vosotros, la palabra hostiable de la semana: PERO

Sí, y no me refiero al marido de la pera, sino al "pero" de toda la vida, a la maldita conjunción adversativa, que lo único que hace es andar a malas con el resto de integrantes de la oración de marras. Da igual lo bien que empieces una frase refiriéndote a algo o a alguien, que todo parezca guai y chachi y molón... Como metas un "pero" de por medio, se fastidió todo.

Veamos algunos ejemplos:

- "Bua tía, Sara es super guapa, simpática, lista... Peeeeeeeero parece que no se ducha muy a menudo" Lo veis, ¿no? ¿lo veis? Da igual lo maja que sea Sara, el caso es que NO se ducha mucho, es así, y da igual todo lo anterior, porque lo único con lo que te vas a quedar es con eso.

- "Este trabajo está muy bien, tengo un buen horario, mi jefe no me da mucho la chapa, salgo pronto... Peeeeeeeeeeeeero no me pagan mucho" Pues coño, espabila, entonces el curro NO está tan bien si te pagan dos duros.

- "Sí, si a mi Paco me cae genial, es un tío de la leche, peeeeeeeero, eso si, no le dejes dinero" Entonces... ¿Qué pasa con Paco? No, en serio, decidme, ¿Qué opináis al respecto? ¿Qué diantres pasa con Paco, qué hacemos con él?  Esto es un sinvivir.

- "La silla no está mal, el color es precioso, peeeeeeero tiene 3 patas sólo" ¿Pero qué leches es ésto, eh, entonces, qué demonios pasa con la silla? Me está empezando a entrar el tic nervioso del ojo, de verdad.


Era divina pero perdió la cabeza 


No, no y no. A mí la palabra "pero" me tiene ofuscada, porque intento evitar usarla, pero claro (<--- hela ahí, la cabrona), hay veces que es inevitable. También podéis pensar que vale, que "pero" es chunga, que tiene otras amigas como "aunque", o "sin embargo" que son iguales, que sirven para lo mismo, y tenéis razón, pero (<--- de nuevo, el dichoso "pero") es que "pero" (ay que lío, que me aturullo) es la peor, es como el "hijo de puta" de las malditas conjunciones, es la más sonora, la que peor cae, la más odiada, la más audaz.

- "'Aunque' es una mierda de palabra, pero 'pero' es mucho peor" Pues eso.

Desde aquí os animo a todos a no utilizar mucho la palabra hostiable de la semana, porque es sinónimo de que no todo marcha bien, de que hay problemas, es la pequeña arruga en tu camisa recién planchada, los cuatro pelos que se te olvidan al depilarte, la uña que se te rompe en tu manicura perfecta, el botón desabrochado de la bragueta, la leche cortada en el café.

Gracias.


(Es justo decir que la idea de esta entrada no es mía... Se la debo a alguien que me la pasó altruistamente para desarrollarla. Es así.)

viernes, 6 de agosto de 2010

A la tercera va la vencida

Vale, ya estaba bien. Ahora sí, ahora sí que había llegado el momento del adiós definitivo. Tres son demasiadas. Tres hostias de realidad no las aguanta nadie, tres hostias contra el suelo son muchas, sobre todo cuando son culpa tuya, porque no estás a lo que estás y se te va la olla pensando en chorradas. La primera ruptura (rotura, directamente, por lo duro) piensas que aún se pueden arreglar las cosas, que no tiene porqué acabar mal todo, que segundas partes pueden ser buenas y que siempre queda la esperanza, que no tiene porqué irse todo a la mierda... La segunda es dura también, sobretodo por inesperada, aunque ya has pasado por lo mismo antes, y te quedas como diciendo "¿qué demonios?", porque parecía que la cosa tiraba, o medio tiraba, eso creías tú en tu pobre delirio, y de repente, pues no, e intentas volver a arreglarlo por segunda vez, como la vacaburra que eres, aunque sabes que va a durar más bien poco... Pero la tercera... Ay amiga la tercera, la tercera ya no, mujer, todo tiene un límite, ni lo intentes vamos. Esta última vez te ha venido bien para saber, ahora de verdad, de VERDAD con mayúsculas, que las cosas son como son y punto, que hay cosas que no se pueden controlar, que todo pasa por algo, que hay que dejar de hacer el gilipollas pensando en cómo vas a hacer que todo vuelva a ser como antes... Que la vida sigue chica, que no pasa nada, que es hora de pasar página, de una vez por todas, mona, que ésto es algo bueno. Pa-sar pá-gi-na. Que sí, mujer, que sí, que tú puedes...

Y vaya que si pasas página... Lo haces y la siguiente hoja del periódico es la parte de economía, que te importa menos que un pimiento pocho, así que la arrancas y con cuidado recoges los cachitos del maldito jarrón que ya se te ha caído 3 veces al suelo y que está en las últimas, que ya da vergüenza hombre, que ya es hora de comprar otro nuevo, que ése lo has amortizado a base de bien durante años, que se ha quedado hecho añicos de la última, no hay nada que salvar del pobre jarrón, que tenía más pegamento que porcelana, chata.

Cómprate otro jarrón, tía, que no son tan caros, y los hay a porrillo.

A la tercera va la vencida

Vale, ya estaba bien. Ahora sí, ahora sí que había llegado el momento del adiós definitivo. Tres son demasiadas. Tres hostias de realidad no las aguanta nadie, tres hostias contra el suelo son muchas, sobre todo cuando son culpa tuya, porque no estás a lo que estás y se te va la olla pensando en chorradas. La primera ruptura (rotura, directamente, por lo duro) piensas que aún se pueden arreglar las cosas, que no tiene porqué acabar mal todo, que segundas partes pueden ser buenas y que siempre queda la esperanza, que no tiene porqué irse todo a la mierda... La segunda es dura también, sobretodo por inesperada, aunque ya has pasado por lo mismo antes, y te quedas como diciendo "¿qué demonios?", porque parecía que la cosa tiraba, o medio tiraba, eso creías tú en tu pobre delirio, y de repente, pues no, e intentas volver a arreglarlo por segunda vez, como la vacaburra que eres, aunque sabes que va a durar más bien poco... Pero la tercera... Ay amiga la tercera, la tercera ya no, mujer, todo tiene un límite, ni lo intentes vamos. Esta última vez te ha venido bien para saber, ahora de verdad, de VERDAD con mayúsculas, que las cosas son como son y punto, que hay cosas que no se pueden controlar, que todo pasa por algo, que hay que dejar de hacer el gilipollas pensando en cómo vas a hacer que todo vuelva a ser como antes... Que la vida sigue chica, que no pasa nada, que es hora de pasar página, de una vez por todas, mona, que ésto es algo bueno. Pa-sar pá-gi-na. Que sí, mujer, que sí, que tú puedes...

Y vaya que si pasas página... Lo haces y la siguiente hoja del periódico es la parte de economía, que te importa menos que un pimiento pocho, así que la arrancas y con cuidado recoges los cachitos del maldito jarrón que ya se te ha caído 3 veces al suelo y que está en las últimas, que ya da vergüenza hombre, que ya es hora de comprar otro nuevo, que ése lo has amortizado a base de bien durante años, que se ha quedado hecho añicos de la última, no hay nada que salvar del pobre jarrón, que tenía más pegamento que porcelana, chata.

Cómprate otro jarrón, tía, que no son tan caros, y los hay a porrillo.

¡Dientes, dientes!

Os quiero contar algo que me ha pasado esta mañana. Hallábame viniendo a mi casa en el autobús de siempre y en el asiento de siempre (penúltima fila de asientos antes de las puertas centrales, lado izquierdo, pasillo) cuando justo a unas diez paradas antes de donde me tenía que bajar, se sube un abuelillo. El abuelillo, bastante cascado ya, sube al autobús y se sienta en el asiento de mi lado (penúltima fila de asientos antes de las puertas centrales, lado derecho, pasillo, esto es, a mi lado pero con el pasillo central entre nosotros). El abuelillo, que no podía ni con las coplas, se agarraba con las dos manos a la barra del asiento de delante, no fuera a ser que en una curva se cayera. El señor mayor (por no volver a llamarle abuelillo) iba haciendo el típico sonido característico de persona colocándose la dentadura postiza, ya sabéis, como un rechinar, como un frisfrisfris, ese típico ruidillo molesto y bastante repugnante, como chupando una piruleta invisible o algo así, ya sabéis a lo que me refiero. Vale. El abuelillo seguía a lo suyo, colocándose y recolocándose y requetecolocándose los dientes sin parar. Efectivamente, os podéis imaginar lo que pasó. Pensad un poco y acertaréis. Pues si, que se le cayeron los dientes de mentira de la boca, al buen señor. Tanto frisfrisfris, pues dentadura al suelo. Yo me percaté cuando el abuelillo ya estaba medio encorvado (más) en el asiento buscando. Lo que pasó a continuación fue todo un festival: cuestas, curvas, acelerones... La dentadura postiza iba dando tumbos de un lado para otro del pasillo del autobús, cogiendo mierda del suelo a su paso... La gente hacía ademán de agacharse desde sus asientos a coger los falsos dientes para devolvérselos al pobre abuelillo, pero claro, era mentira, realmente nadie tenía ninguna intención de coger aquella prótesis llena de babas y guarrería variada del suelo. La escena era así: "¡Uy que casi los cojo!", "ay, ¡por poco!", "cachis la curva, ¡los tenía ya!" como con mucho interés, pero todo de boquilla, absolutamente nadie tenía intención de recoger aquello, era obvio. El abuelillo era el único que hacía por coger la dentadura de verdad (la de mentira, pero con interés de verdad), por la cuenta que le traía, pero su movilidad era bastante limitada... Después de varios minutos de tensión, con el conductor del autobús perdiendo puntos del carné a cada bandazo que daba, los dientes de acá para allá, la gente haciendo como que los cogían pero no y el abuelo pasándolo realmente mal, pues... Digamos que acabaron justo a mi lado. Si. En un semáforo. En el semáforo del Promovid. Aquella maldita dentadura de pega se quedo quieta justo a mi lado, la muy cabrona. El abuelillo me miró con cara de alivio e ilusión, esperando que la recogiera y acabar con el mal momento. Mal asunto. Mal mal asunto. Me tocaba a mí pringar. En el autobús no había mucha gente, y el resto de pasajeros se encontraban lo bastante lejos y disimulaban lo bastante bien ("ale, ya coje los dientes la chavala, sigo con mis sukodus") como para pedir a nadie un pañuelo con el que poder recoger la prótesis del suelo (yo, que soy una persona precavida, no suelo llevar pañuelos en el bolso, ya veis). Menuda tesitura.

Algo había que hacer.

Pues justo era mi parada, así que me levanté, sorteé la dentadura y me bajé del autobús.

¡Dientes, dientes!

Os quiero contar algo que me ha pasado esta mañana. Hallábame viniendo a mi casa en el autobús de siempre y en el asiento de siempre (penúltima fila de asientos antes de las puertas centrales, lado izquierdo, pasillo) cuando justo a unas diez paradas antes de donde me tenía que bajar, se sube un abuelillo. El abuelillo, bastante cascado ya, sube al autobús y se sienta en el asiento de mi lado (penúltima fila de asientos antes de las puertas centrales, lado derecho, pasillo, esto es, a mi lado pero con el pasillo central entre nosotros). El abuelillo, que no podía ni con las coplas, se agarraba con las dos manos a la barra del asiento de delante, no fuera a ser que en una curva se cayera. El señor mayor (por no volver a llamarle abuelillo) iba haciendo el típico sonido característico de persona colocándose la dentadura postiza, ya sabéis, como un rechinar, como un frisfrisfris, ese típico ruidillo molesto y bastante repugnante, como chupando una piruleta invisible o algo así, ya sabéis a lo que me refiero. Vale. El abuelillo seguía a lo suyo, colocándose y recolocándose y requetecolocándose los dientes sin parar. Efectivamente, os podéis imaginar lo que pasó. Pensad un poco y acertaréis. Pues si, que se le cayeron los dientes de mentira de la boca, al buen señor. Tanto frisfrisfris, pues dentadura al suelo. Yo me percaté cuando el abuelillo ya estaba medio encorvado (más) en el asiento buscando. Lo que pasó a continuación fue todo un festival: cuestas, curvas, acelerones... La dentadura postiza iba dando tumbos de un lado para otro del pasillo del autobús, cogiendo mierda del suelo a su paso... La gente hacía ademán de agacharse desde sus asientos a coger los falsos dientes para devolvérselos al pobre abuelillo, pero claro, era mentira, realmente nadie tenía ninguna intención de coger aquella prótesis llena de babas y guarrería variada del suelo. La escena era así: "¡Uy que casi los cojo!", "ay, ¡por poco!", "cachis la curva, ¡los tenía ya!" como con mucho interés, pero todo de boquilla, absolutamente nadie tenía intención de recoger aquello, era obvio. El abuelillo era el único que hacía por coger la dentadura de verdad (la de mentira, pero con interés de verdad), por la cuenta que le traía, pero su movilidad era bastante limitada... Después de varios minutos de tensión, con el conductor del autobús perdiendo puntos del carné a cada bandazo que daba, los dientes de acá para allá, la gente haciendo como que los cogían pero no y el abuelo pasándolo realmente mal, pues... Digamos que acabaron justo a mi lado. Si. En un semáforo. En el semáforo del Promovid. Aquella maldita dentadura de pega se quedo quieta justo a mi lado, la muy cabrona. El abuelillo me miró con cara de alivio e ilusión, esperando que la recogiera y acabar con el mal momento. Mal asunto. Mal mal asunto. Me tocaba a mí pringar. En el autobús no había mucha gente, y el resto de pasajeros se encontraban lo bastante lejos y disimulaban lo bastante bien ("ale, ya coje los dientes la chavala, sigo con mis sukodus") como para pedir a nadie un pañuelo con el que poder recoger la prótesis del suelo (yo, que soy una persona precavida, no suelo llevar pañuelos en el bolso, ya veis). Menuda tesitura.

Algo había que hacer.

Pues justo era mi parada, así que me levanté, sorteé la dentadura y me bajé del autobús.

jueves, 15 de julio de 2010

This is the end

(Ella) - En serio, ésto no puede funcionar
(Él) - No me creo que no puedas esperar por mí, después de todo lo que hemos pasado juntos
- Estoy cansada de esperar, todos me decís que os espere, que pierda horas de mi vida esperando por una situación que ninguno podemos controlar
- Yo esperaría por ti...
- Es fácil decir eso cuando no estás en mi situación. Me he quedado sin paciencia. Haz tu vida, y cuando todo esto pase, veremos que hacemos
- Me estás haciendo daño, creo que no me lo merezco, siempre he estado contigo puntual en la medida de lo que he podido
- Más daño me haces tú, con todo el tema de que te espere... ¿Pero es que no te das cuenta de cómo están las cosas? ¿Que lo que antes eran minutos, ahora son horas, días, meses? ¿De cómo ésto afecta a mi vida? Lo siento, no puedo, de verdad, ojalá pudiera, pero no
- Pero, yo...
- Ya, ya, y yo, cariño, y yo, pero estoy cansada de esperarte. Siempre estás lejos. Nunca llegas a tiempo para mí. Lo siento. No eres tú, ni soy yo, es la situación, el contexto, la mierda ésta que nos ha tocado vivir...
- Pero, yo...
- No es un adiós definitivo, es un hasta luego. No se puede lidiar con lo que nos rodea, dejemos que todo ésto pase, demos tiempo al tiempo
- Eres La Reina de las Nieves
- Soy La Reina de la Realidad, del practicismo, del "es lo que hay"... ¿De verdad no puedes entenderlo? No me gusta esperar, no quiero esperar, me gustan las cosas ya y ahora mismo no es posible, llevamos un tiempo que no puede ser. Sieeeempre estás conmigo sólo cuando "puedes" y estoy cansada.
- No puedo hacer otra cosa, es mi trabajo, estar de aquí para allá, lo sabes de sobra
- Pues eso. Cuando se normalicen las cosas, hablamos.
- Intento ponerme en tu piel y comprenderte, aunque me cuesta
- Es lo que hay

Sí, amigos, ésta es una relación que se acaba, o por lo menos que se queda en stand by, como tantas otras. Lo habréis visto a vuestro alrededor. Supongo que os podéis imaginar el detonante, ¿no? ¿no? Que os podéis imaginar porqué la gente tiene que pasar por ésto... Claro que podéis, por supuesto que lo sabéis... LA MALDITA HUELGA DE METRO. La huelga de metro que azota Madrid y que hace que las parejas se separen, que la gente llegue tarde a sus trabajos, a sus compromisos, que los niños sean secuestrados a las puertas de los colegios porque las madres no llegan a tiempo para recogerlos, lo que hace que la ciudad se colapse, que no se pueda circular, que no se pueda vivir... Preparaos, porque ésto es el apocalipsis, el hecatombe, el fin del mundo como lo conocemos, el juicio final... ¡Preparaos para la que se nos está viniendo encima, inconscientes!

Delicias dice... ¡Tus muertos!


This is the end

(Ella) - En serio, ésto no puede funcionar
(Él) - No me creo que no puedas esperar por mí, después de todo lo que hemos pasado juntos
- Estoy cansada de esperar, todos me decís que os espere, que pierda horas de mi vida esperando por una situación que ninguno podemos controlar
- Yo esperaría por ti...
- Es fácil decir eso cuando no estás en mi situación. Me he quedado sin paciencia. Haz tu vida, y cuando todo esto pase, veremos que hacemos
- Me estás haciendo daño, creo que no me lo merezco, siempre he estado contigo puntual en la medida de lo que he podido
- Más daño me haces tú, con todo el tema de que te espere... ¿Pero es que no te das cuenta de cómo están las cosas? ¿Que lo que antes eran minutos, ahora son horas, días, meses? ¿De cómo ésto afecta a mi vida? Lo siento, no puedo, de verdad, ojalá pudiera, pero no
- Pero, yo...
- Ya, ya, y yo, cariño, y yo, pero estoy cansada de esperarte. Siempre estás lejos. Nunca llegas a tiempo para mí. Lo siento. No eres tú, ni soy yo, es la situación, el contexto, la mierda ésta que nos ha tocado vivir...
- Pero, yo...
- No es un adiós definitivo, es un hasta luego. No se puede lidiar con lo que nos rodea, dejemos que todo ésto pase, demos tiempo al tiempo
- Eres La Reina de las Nieves
- Soy La Reina de la Realidad, del practicismo, del "es lo que hay"... ¿De verdad no puedes entenderlo? No me gusta esperar, no quiero esperar, me gustan las cosas ya y ahora mismo no es posible, llevamos un tiempo que no puede ser. Sieeeempre estás conmigo sólo cuando "puedes" y estoy cansada.
- No puedo hacer otra cosa, es mi trabajo, estar de aquí para allá, lo sabes de sobra
- Pues eso. Cuando se normalicen las cosas, hablamos.
- Intento ponerme en tu piel y comprenderte, aunque me cuesta
- Es lo que hay

Sí, amigos, ésta es una relación que se acaba, o por lo menos que se queda en stand by, como tantas otras. Lo habréis visto a vuestro alrededor. Supongo que os podéis imaginar el detonante, ¿no? ¿no? Que os podéis imaginar porqué la gente tiene que pasar por ésto... Claro que podéis, por supuesto que lo sabéis... LA MALDITA HUELGA DE METRO. La huelga de metro que azota Madrid y que hace que las parejas se separen, que la gente llegue tarde a sus trabajos, a sus compromisos, que los niños sean secuestrados a las puertas de los colegios porque las madres no llegan a tiempo para recogerlos, lo que hace que la ciudad se colapse, que no se pueda circular, que no se pueda vivir... Preparaos, porque ésto es el apocalipsis, el hecatombe, el fin del mundo como lo conocemos, el juicio final... ¡Preparaos para la que se nos está viniendo encima, inconscientes!

Delicias dice... ¡Tus muertos!


viernes, 9 de julio de 2010

Anuncios: Hoy, la Bati Muuuu

Inauguro sección. Hoy, en Anuncios aka Desprendimiento Severo de Retinas, tenemos el gusto de presentar el anuncio del verano: La Bati Muuuu.



Cosas que está mal en éste anuncio:

- Que se abre con un movimiento de culo de una vaca de peluche
- La propia vaca de peluche
- Que, si os dais cuenta, en el poste con distintas señalizaciones que aparece a la izquierda, al lado del culo de la vaca al principio del spot, hay uno abajo que a primera vista parece que pone "Costa fuuurrrcia"
- Que el anuncio llega con 2 años de retraso. Fui fan del Chiki Chiki a muerte en su momento, pero... ¿Ahora? Mi no entender. Señores creativos del spot, expliquenmelo
- La niña que aparece delante de la vaca en el segundo 13, que parece una chulita Norma Duval en pequeña
- La vaca haciendo lo que parece el Moonwalker. Ahí es cuando me entran los sudores fríos
- El pelotazo a la vaca justo al final del anuncio en los que serían 5 cms por encima de donde teoricamente estarían sus propias bolas

Si no habéis tenido suficiente de la BatiVaca, aquí va más, dándolo todo:

Anuncios: Hoy, la Bati Muuuu

Inauguro sección. Hoy, en Anuncios aka Desprendimiento Severo de Retinas, tenemos el gusto de presentar el anuncio del verano: La Bati Muuuu.



Cosas que está mal en éste anuncio:

- Que se abre con un movimiento de culo de una vaca de peluche
- La propia vaca de peluche
- Que, si os dais cuenta, en el poste con distintas señalizaciones que aparece a la izquierda, al lado del culo de la vaca al principio del spot, hay uno abajo que a primera vista parece que pone "Costa fuuurrrcia"
- Que el anuncio llega con 2 años de retraso. Fui fan del Chiki Chiki a muerte en su momento, pero... ¿Ahora? Mi no entender. Señores creativos del spot, expliquenmelo
- La niña que aparece delante de la vaca en el segundo 13, que parece una chulita Norma Duval en pequeña
- La vaca haciendo lo que parece el Moonwalker. Ahí es cuando me entran los sudores fríos
- El pelotazo a la vaca justo al final del anuncio en los que serían 5 cms por encima de donde teoricamente estarían sus propias bolas

Si no habéis tenido suficiente de la BatiVaca, aquí va más, dándolo todo:

jueves, 8 de julio de 2010

Inventos de la humanidad: Hoy, máquinas expendedoras de cebos vivos

A mí, que soy de interior, hay cosas que me fascinan cuando voy a ciudades de costa... Ésto me dejó muy tocada y me causó graves pesadillas:


Ojos como platos. He aquí la máquina expendedora de cebos vivos. Los de costa me diréis que es algo muy común, pues bueno, pues vale, pero para mí, que soy fácilmente impresionable, ésto me parece cuanto menos inquietante.

Empecemos por analizar la foto de la máquina, por favor: "Cebos vivos 24 horas". En letras como de estreno de una peli de cine. Y si lo pone, es porque, no se, hay quien se va a pescar a las 3 de la madrugada, ¿no? ¿Eso puede ser? Quiero respuestas, quiero saber si es normal pescar a altas horas de la noche. Al parecer en ésta máquina en concreto hay 13 tipos de cebos diferentes a elegir según tus necesidades gusaniles. Ok. Me parece bien, cuanta más variedad mejor, no vaya a ser que después de comprarte los pobres cebos vivos no vayan a gustarle al pez del que estás dispuesto a apoderarte o le causes una grave indigestión antes de morir. Analicemos los peces de la foto también si os parece, en concreto el grande de la derecha con esa cara entre "coño, ¡un cebo vivo de los que me gustan y que no me va a causar una muerte lenta y dolorosa por diarrea!" y "coño, ¿me habré dejado cerrada la llave del gas?" que por otro lado tiene un reactor detrás que suelta un espeso humo amarillo fluorescente... De nuevo, amigos, necesito respuestas, necesito saber si los peces cuando van en pos del gusanito anhelado aceleran a la velocidad de la luz y dejan ese rastro, gracias. Pero... Sí, queridos, lo habéis adivinado... Lo más inquietante de la foto, lo que más más más desconcierto provoca, es que el cebo, ese pequeño gusanito rojo, lleva sombrero. "Cebos vivos 24 horas con todos sus complementos, de Mattel". Y ese pequeño gusanito rojo con sombrero tiene cara de felicidad, como si, eh, cuidado, que conmigo no va la cosa, yo estoy aquí sólo para la foto, poso y luego me vuelvo a casa con mi mujer ceba y mis hijos cebitos, yo soy una estrella, yo soy modelo de cebos vivos... Pobre ingenuo, no sabe que el pez grande turbo propulsado se lo va a cepillar.

Vale, ahora imaginémonos la máquina por dentro. No sé vosotros, pero yo me imagino una especie de corredor de la muerte con gusanos que han sido muy malos en sus vidas (ya sabéis, esos que te asustan de repente, que se te caen encima desde un árbol, que no se convierten en mariposas porque no les sale de los huevos, etc, ya me entendéis, los gusanos chungos, los que tienen bandanas en la cabeza, dicen hey bro con los brazos cruzados en actitud desafiante... Ah, no, vale, olvidad esto último, que los gusanos no tienen brazos) esperando el momento en que una mano humana aleatoria decida sacarlos de la máquina para atraer a algún pez que se tira pedos luminosos. En ese corredor de la muerte gusanil todos se hacen los machitos, como si la cosa no fuera con ellos, pero a todos, uno por uno, les llega su hora cuando menos se lo esperan (no olvidemos que un fulano puede comprar los cebos a las 4 de la madrugada si le viene en gana, y pillar al gansta gusano durmiendo y totalmente desprevenido).

A mí se me han puesto los pelos como escarpias, no sé a vosotros. No veo la hora de volver a toparme con una de éstas máquinas otra vez e investigar. Cuando lo haga traeré documento gráfico de los gansta gusanos y su realidad social, y la Milá hará un reportaje sobre lo que se cuece ahí dentro.

Inventos de la humanidad: Hoy, máquinas expendedoras de cebos vivos

A mí, que soy de interior, hay cosas que me fascinan cuando voy a ciudades de costa... Ésto me dejó muy tocada y me causó graves pesadillas:


Ojos como platos. He aquí la máquina expendedora de cebos vivos. Los de costa me diréis que es algo muy común, pues bueno, pues vale, pero para mí, que soy fácilmente impresionable, ésto me parece cuanto menos inquietante.

Empecemos por analizar la foto de la máquina, por favor: "Cebos vivos 24 horas". En letras como de estreno de una peli de cine. Y si lo pone, es porque, no se, hay quien se va a pescar a las 3 de la madrugada, ¿no? ¿Eso puede ser? Quiero respuestas, quiero saber si es normal pescar a altas horas de la noche. Al parecer en ésta máquina en concreto hay 13 tipos de cebos diferentes a elegir según tus necesidades gusaniles. Ok. Me parece bien, cuanta más variedad mejor, no vaya a ser que después de comprarte los pobres cebos vivos no vayan a gustarle al pez del que estás dispuesto a apoderarte o le causes una grave indigestión antes de morir. Analicemos los peces de la foto también si os parece, en concreto el grande de la derecha con esa cara entre "coño, ¡un cebo vivo de los que me gustan y que no me va a causar una muerte lenta y dolorosa por diarrea!" y "coño, ¿me habré dejado cerrada la llave del gas?" que por otro lado tiene un reactor detrás que suelta un espeso humo amarillo fluorescente... De nuevo, amigos, necesito respuestas, necesito saber si los peces cuando van en pos del gusanito anhelado aceleran a la velocidad de la luz y dejan ese rastro, gracias. Pero... Sí, queridos, lo habéis adivinado... Lo más inquietante de la foto, lo que más más más desconcierto provoca, es que el cebo, ese pequeño gusanito rojo, lleva sombrero. "Cebos vivos 24 horas con todos sus complementos, de Mattel". Y ese pequeño gusanito rojo con sombrero tiene cara de felicidad, como si, eh, cuidado, que conmigo no va la cosa, yo estoy aquí sólo para la foto, poso y luego me vuelvo a casa con mi mujer ceba y mis hijos cebitos, yo soy una estrella, yo soy modelo de cebos vivos... Pobre ingenuo, no sabe que el pez grande turbo propulsado se lo va a cepillar.

Vale, ahora imaginémonos la máquina por dentro. No sé vosotros, pero yo me imagino una especie de corredor de la muerte con gusanos que han sido muy malos en sus vidas (ya sabéis, esos que te asustan de repente, que se te caen encima desde un árbol, que no se convierten en mariposas porque no les sale de los huevos, etc, ya me entendéis, los gusanos chungos, los que tienen bandanas en la cabeza, dicen hey bro con los brazos cruzados en actitud desafiante... Ah, no, vale, olvidad esto último, que los gusanos no tienen brazos) esperando el momento en que una mano humana aleatoria decida sacarlos de la máquina para atraer a algún pez que se tira pedos luminosos. En ese corredor de la muerte gusanil todos se hacen los machitos, como si la cosa no fuera con ellos, pero a todos, uno por uno, les llega su hora cuando menos se lo esperan (no olvidemos que un fulano puede comprar los cebos a las 4 de la madrugada si le viene en gana, y pillar al gansta gusano durmiendo y totalmente desprevenido).

A mí se me han puesto los pelos como escarpias, no sé a vosotros. No veo la hora de volver a toparme con una de éstas máquinas otra vez e investigar. Cuando lo haga traeré documento gráfico de los gansta gusanos y su realidad social, y la Milá hará un reportaje sobre lo que se cuece ahí dentro.

Duramente

En mi súper te dicen las cosas así, a la cara, sin miramientos...

Duramente

En mi súper te dicen las cosas así, a la cara, sin miramientos...

viernes, 11 de junio de 2010

Inventos de la humanidad: Hoy, helados de pizza

Que dicho así de repente puede sonar regular, como una idea muy loca, y que en la práctica la verdad es que suena fatal. Bueno, eso es lo que dice el 90% de la gente consultada, por suerte yo soy del 10% restante.


Yo, que no soy nada escrupulosa ni fifi con la comida, que me gusta la pizza más que cualquier manjar en el mundo, que en Italia se me olvida que existen otras cosas en vez, flipé pepinillos en vinagre al descubrir en cierto festival catalán el mes pasado éste superinvento genial, queridos amigos: El helado de pizza, cono-pizza, pizza en cono, coño-que-pizza. La idea es sencilla y maravillosa, la masa de pizza hecha cucurucho y dentro, a cascoporro, el relleno (queso con ingredientes varios, más queso que ingredientes varios).

He estado googleando y al parecer hay alguna cadena en España, y concretamente en Madrid, que vende los helados de pizza. Alegría. Todo lo que sean alternativas a la comida basura ya me cunden. Soy básica, soy simple, no me hace falta un super plato culinario paea ser feliz, una hamburguesa de 1 euro del McDonalds me hace salivar.


¿Os hacéis una idea de dónde viene el invento, no? Si, pinga bastante, es verdad

Cosas a favor: Formato cómodo, facilidad para comer. Rapidez (una vez se enfría)
Cosas en contra: Mancha. Mucho. Chorrea que da gusto. Hay que esperar bastante hasta poder comerla sin encaldarse la lengua.

Desde aquí propongo algunas ideas similares en la misma línea que no sé porqué no se están comercializando ya a mansalva:

- El picadillo de Whopper: Cojes la hamburguesa, la picas pequeñito pequeñito, un trabajo fino, con gracia. Ese picadillo lo metes en una bolsita adecuada y te lo vas comiendo directamente de ahí, sin utilizar las manos, como quien se come los Matutano Bits.

-El batido de patatas fritas: Pues eso, no hay que explicar mucho más. Patatas fritas pasadas por la batidora, con una textura más ligera que la del puré. Opcional el ponerle ketchup, mostaza, barbacoa o la salsa que sea.

- El kebab bomba: Masa redonda rellena de la carne y la ensaladita, pero sin agujero ni nada eh, según vas mordiendo la pelota vas viendo lo que hay dentro. Ya, cuanto más vas comiendo, más se parece a un kebab clásico, pero la gracia es que al ser una pelota inicialmente, es mucho más fácil de transportar sin preocuparte por si te estará chorreando toda la salsa dentro del bolso, que igual el papel de albal no ha sido una barrera lo suficientemente válida.

- La crepe de lentejas: Las lentejas en un crepe, y luego lo enrrollas. No sé que más quieres. Puedes ir comiendo lentejas en el metro tan pichi.



Di SI a la coñopizza cono-pizza. Di SI a todo lo que nos haga engordar facilmente y congestionar nuestras arterias de manera más rápida y práctica.

Inventos de la humanidad: Hoy, helados de pizza

Que dicho así de repente puede sonar regular, como una idea muy loca, y que en la práctica la verdad es que suena fatal. Bueno, eso es lo que dice el 90% de la gente consultada, por suerte yo soy del 10% restante.


Yo, que no soy nada escrupulosa ni fifi con la comida, que me gusta la pizza más que cualquier manjar en el mundo, que en Italia se me olvida que existen otras cosas en vez, flipé pepinillos en vinagre al descubrir en cierto festival catalán el mes pasado éste superinvento genial, queridos amigos: El helado de pizza, cono-pizza, pizza en cono, coño-que-pizza. La idea es sencilla y maravillosa, la masa de pizza hecha cucurucho y dentro, a cascoporro, el relleno (queso con ingredientes varios, más queso que ingredientes varios).

He estado googleando y al parecer hay alguna cadena en España, y concretamente en Madrid, que vende los helados de pizza. Alegría. Todo lo que sean alternativas a la comida basura ya me cunden. Soy básica, soy simple, no me hace falta un super plato culinario paea ser feliz, una hamburguesa de 1 euro del McDonalds me hace salivar.


¿Os hacéis una idea de dónde viene el invento, no? Si, pinga bastante, es verdad

Cosas a favor: Formato cómodo, facilidad para comer. Rapidez (una vez se enfría)
Cosas en contra: Mancha. Mucho. Chorrea que da gusto. Hay que esperar bastante hasta poder comerla sin encaldarse la lengua.

Desde aquí propongo algunas ideas similares en la misma línea que no sé porqué no se están comercializando ya a mansalva:

- El picadillo de Whopper: Cojes la hamburguesa, la picas pequeñito pequeñito, un trabajo fino, con gracia. Ese picadillo lo metes en una bolsita adecuada y te lo vas comiendo directamente de ahí, sin utilizar las manos, como quien se come los Matutano Bits.

-El batido de patatas fritas: Pues eso, no hay que explicar mucho más. Patatas fritas pasadas por la batidora, con una textura más ligera que la del puré. Opcional el ponerle ketchup, mostaza, barbacoa o la salsa que sea.

- El kebab bomba: Masa redonda rellena de la carne y la ensaladita, pero sin agujero ni nada eh, según vas mordiendo la pelota vas viendo lo que hay dentro. Ya, cuanto más vas comiendo, más se parece a un kebab clásico, pero la gracia es que al ser una pelota inicialmente, es mucho más fácil de transportar sin preocuparte por si te estará chorreando toda la salsa dentro del bolso, que igual el papel de albal no ha sido una barrera lo suficientemente válida.

- La crepe de lentejas: Las lentejas en un crepe, y luego lo enrrollas. No sé que más quieres. Puedes ir comiendo lentejas en el metro tan pichi.



Di SI a la coñopizza cono-pizza. Di SI a todo lo que nos haga engordar facilmente y congestionar nuestras arterias de manera más rápida y práctica.

lunes, 31 de mayo de 2010

Palabras clave que lo clavan

El Google Analytics me dice cosas que ya sé, como que la gente está fatal, y que esa gente fatal llega a mi blog a través de las siguientes palabras clave:

1. ay ay su  (parece lógico)

2. ay su  (sigue pareciendo lógico)

3. ay-su  (que sí, que bien, que lógico)

4. oooo oooo oooo  (aquí empezamos a liarla ya... ¿oooo oooo oooo?)

5. que significa irrevesible  (ya te lo digo yo, que no se puede revesiblar)

6. donde se tiran los tampones  (el otro día me enteré que en el wc no. Ups)

7. enfermedad de la mano ajena  (encontrará una bonita entrada al respecto que solventará sus dudas) 

8. follando en la cola del autobus  (¿Perdón?)

9. frase: cuando la rutina mata el amor para una mujer  (cuando La Rutina, sicaria del quinto, mató a El Amor, conocido playboy del segundo para una mujer a la que mantendremos en el anonimato, acabó en mi blog )

10. historia de como un joven se follo a su prima   (con esa frase mi blog aparece en quinto lugar, con las palabras sueltas historia, joven, se, prima y follow. Fo-llow)

11. hostiable  (vale, teniendo en cuanta la sección Frases Hostiables)

12. me hice las bragas  (yo lo veo claro, supongo que se referirá a que se las hizo literalmente, con tela, aguja e hilo. Estuvo tan orgullosa que decidió proclamarlo al mundo)

13. meando rico  (no se me ocurre ningún chascarrillo para ésto. En serio. Alguien puso meando rico en Google. Tengo miedo)

14. muy zorras.com  (ajá, la que más coñas provoca entre mis amigos. Cortesía de mi frase jo tía que megafuerte es todo macha que fuerte es la Macu tia la muy zorra)


15. odio la mañana  (sa jodío, y yo. Lo que no entiendo es qué pretende encontrar con esa sentencia. En cualquier caso, si pones esa frase, mi blog sale el primero. Y nunca he escrito ninguna entrada sobre mi particular odio a madrugar, pero oye, estos de Google se las saben todas)

16. pareja de lego de lego  (a lo mejor buscaban el vídeo aquel de White Stripes)

17. se me cayeron las bragas  (¡AJÁ! ¡La tipa que se hizo ella misma las bragas no las cosió bien y se le acabaron cayendo! ¡Todo encaja!)

18. sone que iba al bano y al limpiarme salia un nino que significa  (¡Dios Dios Dios porqué tengo que leer éstas cosas porqué porqué me sangran los ojos!)

19. susana te odio por juan mi jefe  (Google se vuelve loco con ésta frase y le envía a mi blog con un mix de palabras de varias entradas, links y listas de contactos. Puro collage)

20. video de la chica que le pego el mazazo a la otra  (El vídeo en particular no aparece por ningún lado)


Y éstas son sólo las 20 primeras, espérate a que ponga las 20 siguientes.

Palabras clave que lo clavan

El Google Analytics me dice cosas que ya sé, como que la gente está fatal, y que esa gente fatal llega a mi blog a través de las siguientes palabras clave:

1. ay ay su  (parece lógico)

2. ay su  (sigue pareciendo lógico)

3. ay-su  (que sí, que bien, que lógico)

4. oooo oooo oooo  (aquí empezamos a liarla ya... ¿oooo oooo oooo?)

5. que significa irrevesible  (ya te lo digo yo, que no se puede revesiblar)

6. donde se tiran los tampones  (el otro día me enteré que en el wc no. Ups)

7. enfermedad de la mano ajena  (encontrará una bonita entrada al respecto que solventará sus dudas) 

8. follando en la cola del autobus  (¿Perdón?)

9. frase: cuando la rutina mata el amor para una mujer  (cuando La Rutina, sicaria del quinto, mató a El Amor, conocido playboy del segundo para una mujer a la que mantendremos en el anonimato, acabó en mi blog )

10. historia de como un joven se follo a su prima   (con esa frase mi blog aparece en quinto lugar, con las palabras sueltas historia, joven, se, prima y follow. Fo-llow)

11. hostiable  (vale, teniendo en cuanta la sección Frases Hostiables)

12. me hice las bragas  (yo lo veo claro, supongo que se referirá a que se las hizo literalmente, con tela, aguja e hilo. Estuvo tan orgullosa que decidió proclamarlo al mundo)

13. meando rico  (no se me ocurre ningún chascarrillo para ésto. En serio. Alguien puso meando rico en Google. Tengo miedo)

14. muy zorras.com  (ajá, la que más coñas provoca entre mis amigos. Cortesía de mi frase jo tía que megafuerte es todo macha que fuerte es la Macu tia la muy zorra)


15. odio la mañana  (sa jodío, y yo. Lo que no entiendo es qué pretende encontrar con esa sentencia. En cualquier caso, si pones esa frase, mi blog sale el primero. Y nunca he escrito ninguna entrada sobre mi particular odio a madrugar, pero oye, estos de Google se las saben todas)

16. pareja de lego de lego  (a lo mejor buscaban el vídeo aquel de White Stripes)

17. se me cayeron las bragas  (¡AJÁ! ¡La tipa que se hizo ella misma las bragas no las cosió bien y se le acabaron cayendo! ¡Todo encaja!)

18. sone que iba al bano y al limpiarme salia un nino que significa  (¡Dios Dios Dios porqué tengo que leer éstas cosas porqué porqué me sangran los ojos!)

19. susana te odio por juan mi jefe  (Google se vuelve loco con ésta frase y le envía a mi blog con un mix de palabras de varias entradas, links y listas de contactos. Puro collage)

20. video de la chica que le pego el mazazo a la otra  (El vídeo en particular no aparece por ningún lado)


Y éstas son sólo las 20 primeras, espérate a que ponga las 20 siguientes.

viernes, 21 de mayo de 2010

Agarrarse a un clavo ardiendo

Pero agarrarse de verdad, literalmente. Coges un clavo al rojo vivo y lo agarras, con todas tus fuerzas, bien agarrado. Te dejará una bonita marca-ganado en la mano, una quemadura de segundo grado muy dolorosa, que tardará en cicatrizar, pero chico, qué quieres, es así, es que te has agarrado a un clavo ardiendo, cacho bruto, no se qué esperabas. Igual el color rojo del clavo no te dio una buena pista sobre lo doloroso que iba a ser, que a veces pareces nuevo.  Es como cuando te agarras a un clavo ardiendo pero no literarmente, claro, ¿me sigues? En el fondo es bastante lo mismo, ¿no?



Agarrarse a un clavo ardiendo

Pero agarrarse de verdad, literalmente. Coges un clavo al rojo vivo y lo agarras, con todas tus fuerzas, bien agarrado. Te dejará una bonita marca-ganado en la mano, una quemadura de segundo grado muy dolorosa, que tardará en cicatrizar, pero chico, qué quieres, es así, es que te has agarrado a un clavo ardiendo, cacho bruto, no se qué esperabas. Igual el color rojo del clavo no te dio una buena pista sobre lo doloroso que iba a ser, que a veces pareces nuevo.  Es como cuando te agarras a un clavo ardiendo pero no literarmente, claro, ¿me sigues? En el fondo es bastante lo mismo, ¿no?



sábado, 15 de mayo de 2010

Hola, soy Bridget Jones

Hola, soy Bridget Jones. Quizás me recuerden de otras entradas como "Mi día perfecto" o "Cosas que no deberían pasar".

Hoy estoy aquí, queridos amigos, para contaros mi periplo de hace unos días en el aeropuerto, ese lugar hostil y frío por el que no hay más remedio que pasar hasta que los señores de la Renfe decidan que el Ave también sea para la clase media.

Me levanté tarde, y llegué tarde a Barajas. Corre que te corre me dirigí a la ventanilla de facturación (porque a las 4am del día anterior me acordé que tenía que imprimir los billetes, pero según lo recordé lo volví a olvidar y seguí durmiendo) y vi que estaba cerrada. Puse mucha cara de pena al chico del mostrador y a Dios puse por testigo (¿os acordáis de Dios? Mi perrico) que me subiría a ese avión sí o sí. El chico del mostrador me miró con cara rara, me dio la tarjeta de embarque y salí por piernas. Control de seguridad. No me hicieron quitarme los zapatos, pero tuve que pasar el laptop 3 veces por el escáner. 3 ve-ces. Muy amablemente le dije al señor policía que porqué era necesario pasarlo tantas veces. "Es rutina, señorita". Le dije que por su culpa iba a perder el vuelo. "Es rutina, señorita". Le dije que qué esperaba encontrar en un Toshibita notebook enano. "Insisto, es rutina, señorita". Le dije que si su mujer estaba satisfecha con su pene y su vida sexual. "Es ru..." Cogí el portátil a toda velocidad y me fui de allí. Corre que te corre de nuevo me dirigí a la zona de embarque, convencida que había perdido el vuelo. En esas estaba cuando, bueno, digamos que me caí. Bueno, digamos no, me caí, así tal cual. Y no fue una caída limpia y grácil de señorita Dulcinea, sino un pedazo de hostión de bruces contra el suelo sin ningún tipo de decoro que no se lo saltaba un gitano. Mi bolso de viaje salió disparado varios metros y mató a muchas familias de pelusas por el camino. Dejó de ser color rosa palo para convertirse en color gris mierda. Mi bolso normal también fregó el suelo. Allí llevaba el portátil. Estaba claro que, de alguna manera, el policía rutinario había planeado esa caída. En serio. No me preguntéis cómo, pero fue en la primera persona en la que pensé cuando logré levantarme. Justicia divina, lo llamaría el maldito, seguramente. "Ahhhhhhhh, ¡Ayayayayay! ¿Estás bien?" que me dijo una señora. "NO, no estoy bien", que le dije yo. Coño. Es la típica pregunta de cortesía que en realidad no sirve para nada. La frase adecuada sería "Joven, he visto que te has caído, seguramente te dolerá y te sentirás humillada,  déjame que te ayude a levantarte, que por otro lado es lo único que puedo hacer en éste momento por ti, y da gracias". Así mucho mejor. Cojeando, sin maquillar, sudada, despeinada, con la ropa y los bolsos sucios, y no muy segura de si habría que hacerle el boca a boca a mi Toshibita, por fin llegué a embarcar. Oh, sorpresa. El vuelo salía con retraso. Ok. Va-le. "¡Qué bien! Qué suerte, ¿no? Mejor" que me dijisteis todos cuando os lo conté. NO, mejor, NO. Casi después de todo lo que pasé hubiera preferido el final dramático de perder el vuelo, todo muy de película, y no la estampa de llegar hecha un asco, con el resto de viajeros mirándome con cara de pena (me vieron caerme a lo lejos) y encima tener que esperar a que saliera el vuelo haciendo como que no pasaba nada. Me senté y me miré la rodilla. Al día siguiente tendría un bonito moratón. No si al final se me jode el viaje. Bueno. Levanté la vista y, vaya, delante mía tenía un chico monísimo que me miraba divertido. Le devolví la mirada con cierto resentimiento, la verdad. Pero espera, me suena tu cara. Tú eres alguien. Yo a ti te conozco. Si. Era un muchacho típico-guapito de una conocida serie de la tele, que no pienso compartir con vosotros, me perdonaréis el momento de privacidad. Me levanté y proseguí a embarcar, que por fin ya tocaba. Mi conversación con una de las azafatas fue tal que así:

- Perdone, señorita, pero su bolso de viaje se mueve.. (cara rara de la azafata, como escéptica e incrédula)
- ¿Cómo? (cara rara mía, como flipando y ésto es una cámara oculta)
- Sí, que se está moviendo...
- Ahm, bueno, parece lógico, vamos en un avión...
- No, no, me refiero, que se está moviendo de VERDAD (la azafata no dejaba de mirar el bolso superconcentrada)
- Perdona, pero no entiendo lo que me dices
- ¿Lleva algún animal dentro?
- ¿Perdón?
- Si, que si lleva algún animal dentro del bolso, es que ahora permitimos subir animales a bordo, y bueno...
- Mmm... No, no llevo ningún animal dentro del bolso, pero si lo llevaba, no se movería, porque estaría MUERTO, por aquello de la falta de oxígeno y tal...
- Pero su bolso se mueve... (seguía mirando el bolso fijamente como hipnotizada, claramente veía algo que yo no podía ver, igual le habían echado droja en el Colacao a la chica)
- Mira, te abro el bolso y te cercionas por ti misma de que no llevo nada (abro el bolso, la gente de alrededor mira con cara de ah, si, la de la hostia contra el suelo) Camisetas, bragas, cables... Como ves no llevo ningún animal
- Oh, ya veo, de acuerdo, perdone las molestias..
- Vale
- ...Pero no puedes llevar los bolsos debajo del asiento delantero
- .. (la miro, sin palabras)
- Es que no puedes
- ... (sigo mirándola, sin palabras)
- Tienes que subirlos a los compartimentos superiores destinados para tal propósito (si, la frase así, tal cual, muy profesional, ella)
- ¿A que se debe que no pueda dejar los bolsos aquí debajo? Siempre lo hago, nunca subo nada a los compartimentos superiores destinados para tal uso
- Bueno, sencillamente es así
- ...
- ...
- Sencillamente es la primera vez que me dicen algo así
- Es la rutina, señorita (¡¡¡AJÁ!!! ¡¡¡COMPLOT!!!! ¿Lo veis claro, no? ¿Lo veis? ¡Con-fa-bu-la-ci-ón, vendetta! ¡La maldición de la rutina!)
- Perdona pero no puedo entender lo que me estás diciendo
- Es que está sentada en los asientos de la salida de emergencia (acabáramos. Daros cuenta que si me lo hubiera dicho desde el principio nos hubiéramos ahorrado mucha saliva y mucho Perogrullo)
- Oh, de acuerdo, entonces prefiero cambiar de asiento
- Es sólo para el despegue y el aterrizaje
- Lo se, pero prefiero cambiar de asiento, si es posible
- No hay problema
- Y me llevaré a mi perrito Dios conmigo, que me lo he metido en el bolsillo para que se ventilara un poco
- ... (la azafata no dice nada pero me mira mal, parece que no le ha gustado el chascarrillo jocoso)

Miro detrás y veo un asiento libre cuatro filas más al fondo, así que para allá que me voy con mis bártulos. Me acomodo, dejo todo debajo del asiento delantero como Dios manda, me quito la cazadora, me pongo el cinturón y miro al pasajero de al lado para saludarlo educadamente (siempre lo hago así, primero me coloco y luego saludo, y no al revés). El chico de al lado es el actor de antes, el de la fila de embarque. Si. Genial. Y yo con estos pelos. TODO es culpa del policía del control de seguridad y de la azafata en pleno subidón de lsd. Saludo. El muchacho saluda. Despegamos. Busco a alguna azafata que no sea la adicta a las setas. No hay ninguna en el pasillo. Llamo al botoncico habilitado en el techo del avión para tales casos, como diría ella y, hello, aparece la infame. Estaba claro.

 - Me he caído antes, tengo la rodilla hinchada y me duele, ¿Tendríais hielo para que pueda ponerme hasta que aterricemos?
- Me temo que no te puedo dar hielo
- ¿Y algo frío?
- Me temo que no
- ¿No tenéis nada frío en la nevera que me puedas dejar?
- Te puedo dar un brick de zumo
- ...
- ...
- De los de litro
- ...
- ...
- Ok, pues dame uno, por favor, gracias.

Si, amigos, fui todo el viaje con un brick de zumo de manzana en la rodilla, atado con un cordelín que muy amablemente me había dejado la azafata from hell para que no se moviera. Ya, ya se lo que pensáis, lo se. Lo se.

El actor se puso a hablarme. Si no fuera por el aspecto horroroso que llevaba yo en ese momento, diría que estaba intentando ligar. Le estuve contando lo de azafata, y se reía. De hecho, si hubiera dicho simplemente chorizo, se hubiera reído también. Pasamos un viaje entretenido hablando de trivialidades y cuando aterrizamos me dio su número de teléfono para que lo llamara. Oh, si, queridos míos, parece que la justicia divina ha obrado en mi favor ésta vez. Parece que rompí el maleficio del poli y la azafata. Parece que se alinearon los astros para darme un regalo por la terrible mañana vivida. El karma, o lo que sea.

Según bajé del avión el pelo me hizo plof, se me rizó y me encogió 4cms de largo. Maldita humedad. Cojeando, con el brick de zumo en la mano y con un aspecto deplorable salí del aeropuerto.

Sí, mi Toshibita sigue vivo.

Hola, soy Bridget Jones

Hola, soy Bridget Jones. Quizás me recuerden de otras entradas como "Mi día perfecto" o "Cosas que no deberían pasar".

Hoy estoy aquí, queridos amigos, para contaros mi periplo de hace unos días en el aeropuerto, ese lugar hostil y frío por el que no hay más remedio que pasar hasta que los señores de la Renfe decidan que el Ave también sea para la clase media.

Me levanté tarde, y llegué tarde a Barajas. Corre que te corre me dirigí a la ventanilla de facturación (porque a las 4am del día anterior me acordé que tenía que imprimir los billetes, pero según lo recordé lo volví a olvidar y seguí durmiendo) y vi que estaba cerrada. Puse mucha cara de pena al chico del mostrador y a Dios puse por testigo (¿os acordáis de Dios? Mi perrico) que me subiría a ese avión sí o sí. El chico del mostrador me miró con cara rara, me dio la tarjeta de embarque y salí por piernas. Control de seguridad. No me hicieron quitarme los zapatos, pero tuve que pasar el laptop 3 veces por el escáner. 3 ve-ces. Muy amablemente le dije al señor policía que porqué era necesario pasarlo tantas veces. "Es rutina, señorita". Le dije que por su culpa iba a perder el vuelo. "Es rutina, señorita". Le dije que qué esperaba encontrar en un Toshibita notebook enano. "Insisto, es rutina, señorita". Le dije que si su mujer estaba satisfecha con su pene y su vida sexual. "Es ru..." Cogí el portátil a toda velocidad y me fui de allí. Corre que te corre de nuevo me dirigí a la zona de embarque, convencida que había perdido el vuelo. En esas estaba cuando, bueno, digamos que me caí. Bueno, digamos no, me caí, así tal cual. Y no fue una caída limpia y grácil de señorita Dulcinea, sino un pedazo de hostión de bruces contra el suelo sin ningún tipo de decoro que no se lo saltaba un gitano. Mi bolso de viaje salió disparado varios metros y mató a muchas familias de pelusas por el camino. Dejó de ser color rosa palo para convertirse en color gris mierda. Mi bolso normal también fregó el suelo. Allí llevaba el portátil. Estaba claro que, de alguna manera, el policía rutinario había planeado esa caída. En serio. No me preguntéis cómo, pero fue en la primera persona en la que pensé cuando logré levantarme. Justicia divina, lo llamaría el maldito, seguramente. "Ahhhhhhhh, ¡Ayayayayay! ¿Estás bien?" que me dijo una señora. "NO, no estoy bien", que le dije yo. Coño. Es la típica pregunta de cortesía que en realidad no sirve para nada. La frase adecuada sería "Joven, he visto que te has caído, seguramente te dolerá y te sentirás humillada,  déjame que te ayude a levantarte, que por otro lado es lo único que puedo hacer en éste momento por ti, y da gracias". Así mucho mejor. Cojeando, sin maquillar, sudada, despeinada, con la ropa y los bolsos sucios, y no muy segura de si habría que hacerle el boca a boca a mi Toshibita, por fin llegué a embarcar. Oh, sorpresa. El vuelo salía con retraso. Ok. Va-le. "¡Qué bien! Qué suerte, ¿no? Mejor" que me dijisteis todos cuando os lo conté. NO, mejor, NO. Casi después de todo lo que pasé hubiera preferido el final dramático de perder el vuelo, todo muy de película, y no la estampa de llegar hecha un asco, con el resto de viajeros mirándome con cara de pena (me vieron caerme a lo lejos) y encima tener que esperar a que saliera el vuelo haciendo como que no pasaba nada. Me senté y me miré la rodilla. Al día siguiente tendría un bonito moratón. No si al final se me jode el viaje. Bueno. Levanté la vista y, vaya, delante mía tenía un chico monísimo que me miraba divertido. Le devolví la mirada con cierto resentimiento, la verdad. Pero espera, me suena tu cara. Tú eres alguien. Yo a ti te conozco. Si. Era un muchacho típico-guapito de una conocida serie de la tele, que no pienso compartir con vosotros, me perdonaréis el momento de privacidad. Me levanté y proseguí a embarcar, que por fin ya tocaba. Mi conversación con una de las azafatas fue tal que así:

- Perdone, señorita, pero su bolso de viaje se mueve.. (cara rara de la azafata, como escéptica e incrédula)
- ¿Cómo? (cara rara mía, como flipando y ésto es una cámara oculta)
- Sí, que se está moviendo...
- Ahm, bueno, parece lógico, vamos en un avión...
- No, no, me refiero, que se está moviendo de VERDAD (la azafata no dejaba de mirar el bolso superconcentrada)
- Perdona, pero no entiendo lo que me dices
- ¿Lleva algún animal dentro?
- ¿Perdón?
- Si, que si lleva algún animal dentro del bolso, es que ahora permitimos subir animales a bordo, y bueno...
- Mmm... No, no llevo ningún animal dentro del bolso, pero si lo llevaba, no se movería, porque estaría MUERTO, por aquello de la falta de oxígeno y tal...
- Pero su bolso se mueve... (seguía mirando el bolso fijamente como hipnotizada, claramente veía algo que yo no podía ver, igual le habían echado droja en el Colacao a la chica)
- Mira, te abro el bolso y te cercionas por ti misma de que no llevo nada (abro el bolso, la gente de alrededor mira con cara de ah, si, la de la hostia contra el suelo) Camisetas, bragas, cables... Como ves no llevo ningún animal
- Oh, ya veo, de acuerdo, perdone las molestias..
- Vale
- ...Pero no puedes llevar los bolsos debajo del asiento delantero
- .. (la miro, sin palabras)
- Es que no puedes
- ... (sigo mirándola, sin palabras)
- Tienes que subirlos a los compartimentos superiores destinados para tal propósito (si, la frase así, tal cual, muy profesional, ella)
- ¿A que se debe que no pueda dejar los bolsos aquí debajo? Siempre lo hago, nunca subo nada a los compartimentos superiores destinados para tal uso
- Bueno, sencillamente es así
- ...
- ...
- Sencillamente es la primera vez que me dicen algo así
- Es la rutina, señorita (¡¡¡AJÁ!!! ¡¡¡COMPLOT!!!! ¿Lo veis claro, no? ¿Lo veis? ¡Con-fa-bu-la-ci-ón, vendetta! ¡La maldición de la rutina!)
- Perdona pero no puedo entender lo que me estás diciendo
- Es que está sentada en los asientos de la salida de emergencia (acabáramos. Daros cuenta que si me lo hubiera dicho desde el principio nos hubiéramos ahorrado mucha saliva y mucho Perogrullo)
- Oh, de acuerdo, entonces prefiero cambiar de asiento
- Es sólo para el despegue y el aterrizaje
- Lo se, pero prefiero cambiar de asiento, si es posible
- No hay problema
- Y me llevaré a mi perrito Dios conmigo, que me lo he metido en el bolsillo para que se ventilara un poco
- ... (la azafata no dice nada pero me mira mal, parece que no le ha gustado el chascarrillo jocoso)

Miro detrás y veo un asiento libre cuatro filas más al fondo, así que para allá que me voy con mis bártulos. Me acomodo, dejo todo debajo del asiento delantero como Dios manda, me quito la cazadora, me pongo el cinturón y miro al pasajero de al lado para saludarlo educadamente (siempre lo hago así, primero me coloco y luego saludo, y no al revés). El chico de al lado es el actor de antes, el de la fila de embarque. Si. Genial. Y yo con estos pelos. TODO es culpa del policía del control de seguridad y de la azafata en pleno subidón de lsd. Saludo. El muchacho saluda. Despegamos. Busco a alguna azafata que no sea la adicta a las setas. No hay ninguna en el pasillo. Llamo al botoncico habilitado en el techo del avión para tales casos, como diría ella y, hello, aparece la infame. Estaba claro.

 - Me he caído antes, tengo la rodilla hinchada y me duele, ¿Tendríais hielo para que pueda ponerme hasta que aterricemos?
- Me temo que no te puedo dar hielo
- ¿Y algo frío?
- Me temo que no
- ¿No tenéis nada frío en la nevera que me puedas dejar?
- Te puedo dar un brick de zumo
- ...
- ...
- De los de litro
- ...
- ...
- Ok, pues dame uno, por favor, gracias.

Si, amigos, fui todo el viaje con un brick de zumo de manzana en la rodilla, atado con un cordelín que muy amablemente me había dejado la azafata from hell para que no se moviera. Ya, ya se lo que pensáis, lo se. Lo se.

El actor se puso a hablarme. Si no fuera por el aspecto horroroso que llevaba yo en ese momento, diría que estaba intentando ligar. Le estuve contando lo de azafata, y se reía. De hecho, si hubiera dicho simplemente chorizo, se hubiera reído también. Pasamos un viaje entretenido hablando de trivialidades y cuando aterrizamos me dio su número de teléfono para que lo llamara. Oh, si, queridos míos, parece que la justicia divina ha obrado en mi favor ésta vez. Parece que rompí el maleficio del poli y la azafata. Parece que se alinearon los astros para darme un regalo por la terrible mañana vivida. El karma, o lo que sea.

Según bajé del avión el pelo me hizo plof, se me rizó y me encogió 4cms de largo. Maldita humedad. Cojeando, con el brick de zumo en la mano y con un aspecto deplorable salí del aeropuerto.

Sí, mi Toshibita sigue vivo.